La diputada plurinominal del partido del «no podía saberse», María Clemente, quien ha protagonizado varios escándalos, griteríos y trifulcas durante su mandato, probablemente debido a los cambios hormonales propios de su género, declaró durante una conferencia de prensa que fue víctima de una injusticia por parte de Ricardo Salinas Pliego.
La también activista trans confesó que luego de sacar fiado del Elektra un PlayStation (consola electrónica) y chupacríctori 3000 (que no es consola, pero consuela), ambos artículos de la canasta básica del entretenimiento, uno para el hombre y el otro para la mujer, quedó a deber la cantidad de $1,000 pesos, debido a que le quedaron mal con la tanda sus entonces compañeras de trabajo de la Calzada de Tlalpan.
«No me pagaron la tanda, así que yo no le pagué a don Ricardo», agregó en tono molesto, «y el muy cínico, en lugar de darme chance y aguantarme los seis años en los que no le pagué, me cobró intereses y me mandó al buró de crédito».
Clemente, quien se caracteriza por defender causas muy justas, como cuando acusó a un gimnasio de clasismo y racismo porque no la dejaron poner su bocinota con reguetón a todo volumen como se acostumbra en el barrio y en las albercas de Tepetongo, concluyó que el sistema crediticio mexicano está muy mal, pues luego de pedir fiado, hay que pagar.
«Les mexicanes tenemes dereche e crédites que luegue nadie pague», afirmó en un idioma desconocido para la redacción de EAD.