Debido a que el proceso electoral rumbo a 2024 ha estado muy tranquilo, libre de irregularidades y, aunque Marcelo Ebrard confesó que su partido comete tres o cuatro delitos electorales, cien por ciento legal, el INE se ha enfocado en otras actividades distintas a su función.
Hace unos días, el INE resolvió que los tuits de un ciudadano millonario, pero común, constituían violencia política en razón de género porque calificaban de «cuina» y «marrana» a una funcionaria pública, y le exigió a Ricardo Salinas Pliego, autor de tales descripciones, que borrara los tuits en los que además hizo un magistral uso de la onomatopeya al incorporar varias instancias de «cui, cui, cui, oink, oink».
Siguiendo esta labor de combatir la gordofobia, el INE ahora ha resuelto que la garnacha llamada «gordita» también ofende a la secretaria general del Morena, Citlalli Hernández, así como al resto de la población con sobrepeso, y exigió que todos los puestos donde se vende esta popular garnacha dejen de ofrecerla con ese nombre, y utilicen el de «esbeltas diversas» en su lugar.
Tanto Salinas como las garnacheras y gorderas han hecho caso omiso de las instrucciones del INE, y se espera que en los próximos días siga sin haber consecuencias para ellos.