Sábado 19 de agosto de 2023
Fuchi los carros último modelo
El comediante, conductor del morning show La mañanera y presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, utilizó su espacio televisivo de este viernes para acusar el mal gusto de quienes osan subirse a «carros último modelo», porque además de extravagante, es pecado. El también exitoso ajedrecista declaró que él nunca se ha subido a un Ferrari porque nadie tiene derecho a lo superfluo mientras haya quien carezca de lo básico, como los pacientes del IMSS a los que les quitó los medicamentos.
El verdadero enemigo: las cheves nacas
Nuestra Margaret Thatcher de Tepatepec de Francisco I. Madero, Chóchil Gálvez, tiene muy claras las prioridades de esta gran nación que es Méjico en caso de que el pueblo bueno esté listo para votar por la verdadera izquierda: la azul que ella representa. Por eso, una de las primeras medidas que tomará desde la Silla será prohibir las licuachelas, las kittychelas, las rotochelas y cualquier variedad de cervezas nacas porque son las que provocan ganas de delinquir y de pegarle a la pared. A favor.
Son incendios normales
Grecia, Canadá y España son algunos de los países que enfrentan actualmente incendios forestales, cuya causa se adjudica al «cambio climático». Pero, igual que ocurrió con el incendio en Hawái, las circunstancias en las que iniciaron y con las que se propagaron son muy sospechosas y generan que la raza, que tiene mucha imaginación para las enfermedades y para las teorías de conspiración, ya comente que las élites están incendiando a propósito el mundo para sus fines ocultos. Veremos.
«Camel toe»
Equis (antes tuiter) punto com no perdona a nadie. En esta ocasión, «camel toe» fue tendencia debido a que Antonio Attolini, uno de los más escandalosos pero menos destacados defensores del régimen que se autodenomina «cuarta transformación», publicó una foto en la que recibe la constancia de su diputación plurinominal, figura que antes criticaba aunque ya se le haya olvidado. Al parecer, tomaron la foto en un establo, porque se aprecia lo que parece una pata de camello o un burro.
