Un adolescente de 62 años tuvo que ser atendido de urgencia esta noche por fracturas en ambas manos luego de que estuvo varios minutos pegándole a una pared del emperramiento.
El lesionado, Carlos Pozos, a quien sus amigos conocen cariñosamente como «Lord Molécula», relató que la situación se derivó de que llegó a la casa de su mamá, donde él vive en el sótano, y pensaba prepararse unas quesadillas con frijolitos refritos para cenar. Sin embargo, al abrir el bote de yogurt que estaba en el refrigerador, descubrió que efectivamente tenía yogurt, y no frijoles como se acostumbra en su hogar.
«Sentí que se apoderó de mí una rabia peor que la que siento cuando insultan a mi presidente», comentó el joven, «y luego de debatir internamente unos segundos sobre si pegarle a mi mamá o a la pared, me decidí por lo segundo».
El personal de urgencias del hospital tuvo que colocarle yeso en ambas manos y le recomendó que descanse de las actividades que requieren un esfuerzo físico, como el deporte y la masturbación.