Este jueves, el Sindicato de Trabajadores del Balompié de la República Mexicana (CANACA) lanzó un comunicado firmado por Juan Zapata y por otros 58 jugadores de la Liga MX que respaldan una petición para que renuncien Juan Carlos Rodríguez, presidente de la FMF, Mikel Arriola, director general de la Primera División, y Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Futbol.
El descontento de Zapata y de su sindicato contra los directivos del futbol mexicano se deriva de la violencia sexual sistemática ejercida contra los jugadores de la Liga MX, ante la inacción del presidente y del director general. Con respecto a Luis Rubiales, Zapata declaró que aprovechando la carta, quiso solidarizarse con su colega Jenni Hermoso, a quien no le picaron la cola, pero sí hubo un pico involucrado.
El colmo de esta violencia sistemática ocurrió en el partido Querétaro-Atlas, cuando al minuto 60 del partido, el jugador Omar Mendoza, escudado en su condición de ongre, le picó la cola a Juan Zapata en una jugada que los machitos opresores consideran futbolera, pero que los aliades sabemos que atenta contra todas las colas de la Liga Mx y del mundo.
Rodríguez, Arriola y Rubiales declararon que no dimitirán de sus puestos y que llevarán el pacto heteropatriarcal hasta sus últimas consecuencias.
La FIFA no se ha pronunciado al respecto, pero según su historial de cero tolerancia contra los peneportantes, no tarda en suspender a todos los acusados y en lanzar una campaña en línea con un hashtag de esos que cambian las vidas de las personas y transforman realidades.
