Por: Pach.
Jenni Hermoso, la capitana de la selección nacional española campeona del mundo, ha presentado formalmente una denuncia ante la fiscalía por el beso que recibió por parte de Luis Rubiales, ex presidente de la Real Federación Española de Futbol, durante la premiación del mundial femenil 2023.
El incidente se dio ante los ojos del mundo: Hermoso recibió su medalla y saludó uno a uno a los directivos del estrado, cuando llegó Rubiales, el intercambio fue mucho más emotivo: ella lo cargó, él la beso en la boca. Todo en video.
Las siguientes primeras horas, varios medios de comunicación cuestionaron a Hermoso sobre el “Pico” y cada uno recibió la misma respuesta de Jenni: «Es anecdótico, él y yo nos llevamos muy bien; hay personas a las que les encanta hacer drama y lo quieren hacer de esto también». Circulan videos del vestidor y del autobús en los que se le ve festejando su campeonato y haciendo bromas acerca del beso; las historias de Instagram y los live de ella y varias de sus compañeras están llenos de risas y de chistes sobre el suceso.
Pero bastaron algunas horas para que llegara el feminismo corporativo, el político y el institucional y convirtieran un intercambio social, que a los involucrados les había parecido una interacción permisible, en la manifestación más evidente e intolerable de lo que hoy es la violencia sexual. Convencieron a Jenni de que ella era víctima de un beso, de que ese momento que ella creyó de alegría, en realidad era de sufrimiento por una agresión; la convencieron de que es mucho más rentable ser una víctima profesional que una campeona del mundo en su disciplina.
Jenni dejó que el griterío político que la orbitó en ese momento, y en el cuál se refugió, la degradara de monarca a damnificada; permitió que un sindicato feminista le llevara las palabras y la pusiera a fingir dolor donde no le dolía y ahora, cuando buscas su nombre en tu memoria o en Internet, lo que encuentras es una víctima y no una campeona del mundo. Flaco favor.
Jenni inició una querella legal formal contra Luis Rubiales, ésa es la nota para los que recién lo habían ganado todo.
