En un ejercicio de democracia normal, ayer la diputada 95% mujer, 5% pene, María Clemente increpó a gritos a su colega, esa sí mujer de fábrica, Melissa Vargas, a quien le gritó insultos muy normales en una cámara de diputados, como «naca», «sirvienta» y «perra».
La diputada Vargas afirma que no respondió a la confrontación en ese momento porque le dio miedo que Clemente, por su oscuro pasado como miembro del género masculino malvado, perdiera el control y respondiera de manera violenta, como se ha visto en los últimos días que es común entre personas de su colectivo.
A quien le gritaba la Diputada @MARIACLEMENTEMX fue a mi y a varias Diputadas de oposición refiriéndose a nosotras como perras, por prudencia no le respondí, porque su ira puede hacer que pierda el control y su fuerza no se compara con la nuestra.
— Melissa Vargas (@melissavargasmx) September 21, 2023
Y dado que me fue gritando… pic.twitter.com/o64y97mtuQ
En el tuit, Vargas también afirma ser una perra, «pero para defender a México del endeudamiento histórico que les quieren dejar a las siguientes generaciones».
Momentos después del altercado, Clemente afirmó que ella también se asume perra, pero «perra del presidente López Obrador», una afirmación que podría haber hecho ella o cualquiera de los esbirros del régimen autodenominado con humildad «la Cuarta Transformación de la República».
Y responde Maria Clemente:
— Isabel Uribe (@Isa_Uribe) September 20, 2023
Yo así me asumo:
Soy una perra del presidente López Obrador estoy aquí para defender la #4T, como una perra… pic.twitter.com/CmPOqTaXNh
Fue otro día muy normal en el congreso, aunque aún no se ha dado el veredicto de quién ganó la competencia para ver quién ladra más fuerte.