La senadora Chóchil Gálvez, la mera mera de lo que queda de oposición, fue acusada de hacer chanchullo en varios párrafos de su trabajo de titulación para obtener el grado de licenciada en Ingeniería en Computación, presentado en 2010.
En un video, la senadora minimizó la gravedad del hecho, pero reconoció que se fusiló algunos parrafillos: «Son seis págafos de 77 hojas, donde lo impogtante es la expeguiencia pgofesional». Con este nuevo escándalo de una de sus egresadas, volvieron a embarrar a la UNAM, donde ya parece que para titularse es requisito saberle al copipéis.
Al ser cuestionada por los medios, la señora de los huipiles se sinceró: «Sí la pendejié, debí poneg de dónde ega, la vegdad». También se ha justificado diciendo que obtuvo su título por la experiencia profesional que le dio todo lo que ha sufrido en su vida. Pobechita.
En la redacción de EAD creemos que la senadora se pudo ahorrar el plagio, si su trabajo hubiera tratado de los usos y costumbres del huipil, de la elaboración de gelatinas para salir de pobre o de rascarle al árbol genealógico para encontrar sus raíces indígenas.
Hacemos un llamado a la comunidad de EAD para que no roben, pero, si no hay de otra, roben, nomás poquito y que no los cachen.






