Por: becario EAD
Ninel Conde, también conocida como «El bombón asesino», ha preocupado a algunos usuarios de la supercarretera de la información, pues han estado circulando algunas fotos donde la muestran irreconocible. En un principio, los internautas la llegaron a confundir con Lyn May o Calamardo Guapo y hasta se llegó a pensar que no era Ninel y solo se trataba de un hombre disfrazado de ella.
«Ninel Conde ya parece un traveco… Estoy seguro de que, si concursara en una competencia de trans, ganaría por mayoría de botox jaja… pero sí me la doy», escribió el usuario @gribanrr en la plataforma X (antes tuiter).
Quien tampoco se pudo quedar callado fue su cirujano, Enrique Buenrostro, quien se dice un apasionado de la cirugía estética y se vende como un artista plástico que domina a la perfección las intervenciones de este tipo, sobre todo las llamadas «ArtesAnales»:
«Lo que pasó con Ninel me tiene muy consternado, en mi cabeza el resultado era otro muy distinto, pero también ella abusaba de mis servicios y pues no soy máquina…», declaró en exclusiva para EAD.
«Ese día sí me mamé. Es por mucho mi decepción quirúrgica más grande, y eso que yo también le hice la mandíbula al Shocker 1000% guapo… estoy muy apenado», confesó.
Buenrostro tuvo una larga charla con nosotros en la que nos explicó que la vida de un cirujano plástico es difícil, un día son héroes y al siguiente son villanos, la gente les deposita todas sus inseguridades para que las transforme en algo positivo, pero ese no siempre es el caso.
«Sin duda he hecho muchos “glow ups” e incluso algunos “blow jobs”, pero al botox se le debe de tener respeto y el bisturí no es una varita mágica. A veces piden demasiado. No puedo darles el busto a todos», sentenció.
Finalmente, Buenrostro anunció su retiro de los quirófanos, pues encontró una excelente oportunidad laboral haciendo artesanías para Jaime Maussan.






