Por: becario EAD
Mexicanos varados en Israel pasaron momentos difíciles en el aeropuerto de Tel Aviv, donde esperaron a ser repatriados por un avión de las Fuerzas Armadas Mexicanas que tuvo que irse puebleando para cargar gasolina en cada parada. La espera duró más de 48 horas, que viene siendo más o menos como un viaje normal desde el AICM.
Aunque la larga espera fue la misma, lo diferente fueron los misiles, las explosiones de bombas, las muertes de inocentes y la terrible incertidumbre que acompañaba al estado de emergencia que los rodeaba. Sin embargo, nunca dejaron que la esperanza muriera. Como mexicanos, estamos dotados para combatir la adversidad con la única arma que no nos pueden arrebatar: el cringe.
Fue entonces cuando en un gesto de unión, primero decidieron corear el Himno Nacional Mexicano (el segundo mejor himno del mundo, solo detrás de La Marsellesa): «¡MEXICANOS AL GRITO DE GUERRA…!», empezaron a cantar y de inmediato se percataron de que no era el mejor momento para cantar un corrido tan bélico, pues era como cantar un tiro en barrio ajeno.
No tardaron mucho en optar por otro himno, uno que cumplía mejor el objetivo de contagiar esperanza y levantar el ánimo: el emblemático «Cielito lindo».
«AY, AY, AY, AY, CANTA Y NO LLORES PORQUE CANTANDO SE ALEGRAN, CIELITO LINDO, LOS CORAZONES», se escuchó al unísono por todo el aeropuerto y alrededores.
En las impactantes imágenes que circulan en redes, se alcanza a apreciar a nuestros connacionales empoderándose mientras cantan cada vez más fuerte. La energía fue tal, que algunos de los presentes parecían estar flotando envueltos en un halo de luz luminosa, escena que quizás no haya restaurado la paz en el mundo, pero definitivamente marcó un precedente.
Aunque no está confirmado, se cree que este poderoso canto llegó a oídos de un grupo de hombres armados pertenecientes a la organización terrorista Hamas, quienes no entendían qué era lo que pasaba y huyeron despavoridos.
«¡Si quieren le bajamos a nuestro pedo, pero ya cállenlos!», «¡QUÉ OSO!», «JAJA, es la que cantó el Chumel cuando fue lo del COVID», fueron algunas frases que pudieron o no haberse escuchado en árabe justo antes de que abandonaran el lugar para ya nunca volver a tocar un arma. No soportaron que alguien más sembrara el terror.
La información referente a los terroristas aún no se ha confirmado y pudo no haber sucedido, pero lo del «Cielito lindo» definitivamente sí pasó, se los juro. Incluidos los señores que flotaron.






