El influencer regiomontano y (todavía) drogadicto funcional Adrián Marcelo subió un polémico video de su programa de YouTube, Radar, donde buscaba unirse a las filas de Hamás para liberar a Palestina.
Dicho video mostraba cómo bajo el jocoso seudónimo «Veny Jalamelamí», el youtuber junto con otros miembros de su equipo se infiltraron en Gaza con ayuda de «LA FRANJA RIFA», un grupo de creadores de contenido palestinos que están muy bien conectados con algunos miembros del grupo terrorista Hamás.
A base de preguntas irreverentes y billetazos, Adrián Marcelo logró ganarse el corazón de todos los palestinos, quienes le compartieron mariguanas, le ensañaron a manipular armamento pesado y hasta le ofrecieron a sus hijas.
Lamentablemente, el reportaje fue eliminado a los escasos 12 minutos de haber sido publicado debido a que infringía las políticas de YouTube por promover a una organización terrorista relacionada con crímenes atroces (y por los derechos de la canción «Tarkan – Simarik» que se usó en un fragmento del video). Como siempre, bien exagerados… es solo una canción.

Esta no fue la primera vez que una emisión de «Radar con Adrián Marcelo» es eliminada por sobrepasar la línea de lo políticamente correcto. Existe una colección de capítulos prohibidos a los cuales el equipo de investigación de EAD logró tener acceso por medio de sobornos, favores y un guagüis del becario. Traemos para ustedes, el iceberg de Adrián Marcelo:
Descubro una SECTA SATÁNICA en San Pedro Garza García ¿reconoces a alguien?
En este reportaje, Adrián logró capturar cómo varias personalidades de la élite sampetrina se reunían en el patio del Grillo Sada para celebrar un ritual satánico.
Si bien, los participantes tenían máscaras y la cámara se movía mucho porque Adrián Marcelo estaba escondido entre unos matorrales, se lograron reconocer algunos individuos que no pudieron ocultar sus rasgos característicos, como Roberto Martínez (estaba vestido igual que siempre y se paraba bien raro), Poncho de Nigris (aunque tenga máscara sigue pareciendo caballo) y Samuel García (estaba diciendo puras pendejadas y hablando de Elon Musk).

Por desgracia, el video desapareció misteriosamente, pues se cree que incomodó a gente muy poderosa.
Jugamos a la ouija y fui POSEIDO por un espíritu maligno
Este episodio ahora solo existe en la memoria de unos cuantos, pues se tuvo que borrar debido a que muchas personas reportaron sentir presencias extrañas y actividad paranormal en sus hogares después de ver el video, el cual mostraba al influncer hablando lenguas muertas, torciendo la cabeza y diciendo «Lámeme la panocha, puta», dando a entender que estaba poseído por la misma entidad que entró al cuerpo de Sabrina (ya antogaron).

Tomé el tren de Varsovia a Auschwitz ¿Es TAN MALO como dicen?
Este sin duda fue de los más polémicos, pues, aunque todo indicaba que iba a ser un reportaje serio y se iban a retratar los horrores del campo de concentración de Auschwitz, solo vimos a un Adrián Marcelo totalmente intoxicado y haciendo bromas fuera de lugar.
«Eh, raza, la cámara de gases no acaricia», le dijo a la cámara en evidente estado inconveniente mientras enfocaban sus ojos de un rojo intenso, por lo que se asume que se dio un jalón de mota ahí mismo, sin el mínimo respeto por lo que representa estar en ese lugar.

Después de unos cuantos albures, comentarios antisemitas y de incluso oler el zapato de una de las víctimas, el irreverente conductor terminaba el video diciendo «No es pa’ tanto, he estado en anexos en México más ojetes».
El video fue censurado, pues es bien sabido que los judíos controlan los medios de comunicación.
Me vuelvo TRANSEXUAL por un día ¿vale la pena hacerla TANTO de pedo?
Adrián Marcelo le pidió las chichis portátiles prestadas a Wendy Guevara, se depiló, se puso tacones y vestido, se dejó el pene exactamente donde ya lo tenía y se convirtió en «Adriana» por un día.
La sorpresa fue que, aunque le dijeron los pronombres incorrectos un par de veces, por alguna razón le pusieron «Ophelio» en su vaso de Starbucks y le dijeron «señor» en una taquería, Adrián no puso ningún tuit indignado y no hizo ningún escándalo al respecto, además de que, como todas las personas con pene, entró al baño de hombres y no pasó absolutamente nada, fue un día muy tranquilo.
El video no fue del agrado de algunos activistas transgénero, quienes consideraron que se trataba de apropiación cultural, señalando que fue una representación poco realista de lo que significa ser una mujer con pene y que un hombre cis jamás lo podría entender.
Además de que reportaron el video hasta bajarlo de la plataforma, Adrián Marcelo ahora esta vetado de algunos lugares en los que domina la presencia de miembros de la comunidad LGBT+, como la zona rosa, la facultad de humanidades de cualquier universidad y Guadalajara, Jalisco.
