La Navidad está a la vuelta de la esquina. Se acerca el momento de averiguar si este año fuiste niño bueno o si, como es lo esperado, otra vez el viejo panzón del costal te va a traer pura… cosa que no pediste.
Pero mientras tanto, y para que aproveches ese tiempo en el que vas a estar embarrando hojas para los tamales de la cena, el equipo de peliculeros de EAD preparó esta lista de películas esenciales navideñas que no puedes dejar de ver:
El grinch (2000)

Tú no lo recuerdas, pero hubo una época en la que Jim Carrey no parecía la reencarnación de Manuel «el Loco» Valdez. En esos tiempos, protagonizó varias películas que se convirtieron en clásicos. Entre ellas, está El grinch (2000), en la que encarna a un pug verde sobrealimentado que odia la Navidad porque en el pueblo truenan muchos cuetes.
Mi pobre angelito (1990)

Alerta de spoiler. Esta clásica cinta navideña narra las aventuras de un niño que crece en una familia disfuncional y su encuentro con dos atarantados delincuentes que harán lo posible por atraparlo, aunque no con el mismo éxito que Michael Jackson.
Gremlins (1984)

La típica historia: vas al barrio chino buscando un regalo de Navidad para tu hijo y sales con una criatura exótica que se reproduce si la mojas y se convierte en mostro si come después de la medianoche. Los Gremlins (1984) son una clara parodia de la paternidad: la reproducción con agua simboliza cuando metes a tus vástagos al Conalep, y la conversión en mostros cuando comen después de la medianoche simboliza la pubertad. Si tienes hijos, puedes ponerles esta película para que se den una idea de lo que fue para ti tenerlos y para que vayan calando lo que les espera con sus propios hijos.
Duro de matar (1988)

No quieres en tu vida a los que dicen que Duro de matar no es una película navideña. Los únicos que dicen eso son los que se engañan a sí mismos, los que no la han visto o los que no se acuerdan de cómo va (como el mismísimo Bruce Willis). Nunca está de más echar balazos, salvar inocentes y exaltar la masculinidad tóxica para celebrar el nacimiento del niñito Jesús.
Rocky (1976), Rocky II (1979), Rocky III (1982), Rocky IV (1985) y Rocky Balboa (2006)

Para cerrar con broche de oro, no puede faltar un maratón de la saga de Rocky (el único maratón que sí podrás hacer en tu vida, por cierto). Te puedes saltar Rocky V, la única película de la saga que es una porquería. Debido a que te darán ganas de tirar uno que otro jab en distintos momentos de las películas, te recomendamos tener cerca un costal de boxeo, una pared o una muchacha. El costal y la pared son para que les pegues; la muchacha, para que te tranquilice. No seas salvaje.