Por: becario EAD
Grupos ambientalistas externaron su inconformidad debido a que una jirafa que responde al nombre de Benito y vivía en condiciones extremas en Ciudad Juárez, Chihuahua, como todos los que viven en Ciudad Juárez, Chihuahua, carecía de un hábitat adecuado que garantizara su bienestar, además de que su estado de salud era crítico, se encontraba deprimido y solitario, y era el candidato perfecto para recibir una bala perdida.
Después de presionar durante nueve meses, por fin lo lograron. Este lunes la jirafa Benito, quien estaba a nada de empezar a hablar spanglish, desayunar con pura tortilla de harina y convertirse en coyote fronterizo, agarró sus chivas y abordó un remolque especial donde inició su traslado hacia el parque de conservación de vida silvestre de Africam Safari, en Puebla.
No se había reportado una victoria tan grande de los animalistas desde que cambiaron frases como «Matar a dos pájaros de un tiro» por «Alimentar a dos pájaros con una pepita» o «Según el sapo es la pedrada» por «Según el sapo es la soplada».
Con su respectiva dotación de burritos paseados para las 50 horas de camino hacia tierras poblanas, la jirafa abandono el estado de Chihuahua con la promesa de encontrar un mejor lugar. El contenedor donde viajaba contaba con aire acondicionado, equipo para su monitoreo y un catálogo de películas que no sigue ningún tipo de criterio de selección, pero que igual saca la chamba, como en los autobuses ADO.
Aunque en el camino se golpeó con un letrero de «¡Buen viaje!» y con otro que decía «Bienvenidos a Zacatecas» porque estaban muy bajitos, el traslado fue todo un éxito y Benito la jirafa pudo llegar a la que le habían vendido como la tierra prometida, solo para llevarse una profunda decepción.
Miembros de la agrupación «Salvemos a Benito» y el personal del Africam Safari, se han mostrado muy herméticos y no han dado mucha información al respecto, pero se dice que el estado anímico de la jirafa ha decaído de forma dramática. Si bien, el zoológico de Puebla tiene instalaciones más aptas y se acerca más a su hábitat natural, se olvidaron de un factor muy importante a considerar: está en Puebla.
Aparte de ser bulleado por las demás jirafas, quienes se portaron muy manchadas con él por llegar de Ciudad Juarez y lo hicieron decir «shile shilaca osho oshenta» en repetidas ocasiones, Benito se encuentra deprimido, desarrolló vitiligo por estrés y su estado de salud podría estar delicado.
Nada ha sido confirmado, pero algunos cuidadores del zoológico hablan de un posible traslado a una granja, donde pueda correr libremente por la pradera junto con tu perrito de la infancia que ya tenía 14 años y estaba como Shakira: ciego y sordomudo.
