Adrián Marcelo estuvo de visita en tierras argentinas y, como la morra que no supera cuando se fue de intercambio y sigue subiendo fotos a Instagram 4 años después, el influencer se ha encargado de bombardearnos con contenido de su viaje desde entonces.
El conductor no tardó en conectar con la gente de ese país. Gracias a su cuerpo de garrocha, su humor ácido y un carácter casi tan sobrado como su nariz, Adrián parecía un argentino más, lo que lo hizo merecedor de un cariño que no recibe ni en su tierra natal, donde no lo aman por su corazón puro, sino por las milanesas que reparte.
Al darse cuenta de esto, Adrián decidió no publicar algunos capítulos de su programa Radar que sin duda eran un tanto polémicos y podían molestar a su público argento, en quienes encontró un fuerte lazo fraternal, pero, sobre todo, una muy buena fuente de monetización.
Los miembros de su equipo le tomaron la palabra y cancelaron el lanzamiento de estos videos, pero, indignados porque el conductor no les trajo ni unos alfajores, o aunque sea un llaverito, decidieron filtrar algunas de las miniaturas y una breve descripción del contenido de estos Radares prohibidos:
Adrián Marcelo no tardó en darse cuenta de que los argentinos parecían estar dispuestos a todo por lo que valiera más que su moneda, por ejemplo, cualquier otra moneda o una lata de aluminio.
Consciente de esto, se dispuso a averiguar a cuántos de ellos podía comprar con tan solo 100 dólares. El resultado fue sorprendente. El conductor logró apoderarse de 32 argentinos, entre hombres y mujeres, y hasta de un niño que su papá cambió por 7 dólares y un boleto doble para ver al River Plate, aunque le iba a Talleres.
Con los 20 dólares que le sobraron pagó el enganche de un terreno muy cerca del obelisco de Buenos Aires, el cual, por su forma puntiaguda y su enorme tamaño, muchos argentinos llaman “el monumento a la nariz”.
Adrián cerraba el video con una bella reflexión acerca de la libertad y, con una musiquita emotiva, dejaba correr libremente a todos los argentinos que había comprado, como cuando alguien compra pajaritos para liberarlos y dejarlos volar. El niño fue llevado con las autoridades correspondientes y se hizo viral tras su grito de «NUNCA GANAN, NOSOTRO’ SÍ GANAMO’ EL SÁBADO, AGUANTE TALLEREEE’».
En este episodio de Radar, Adrián Marcelo decidió fortalecer el estereotipo de que todos los argentinos son meseros. El conductor puso un letrero en el centro de Buenos Aires que decía “se busca mesero” y a los pocos minutos el lugar ya estaba lleno. Tanto así, que parecía que Argentina había vuelto a ganar el Mundial.
Adrián eligió a 10 candidatos de entre la multitud, les dio un menú de su restaurante Black Friday y decidió ponerles una serie de pruebas para ver qué tanto dominaban el arte del mesereo.
Todos los seleccionados se ganaron el 20% de propina. Mostraron un equilibrio con charola envidiable, cuando se les preguntó por recomendaciones contestaron con lo más caro, además de que ninguno se llevó la bebida cuando todavía le quedaba un traguito, como lo hacen algunos malos meseros. Adrián no la pensó dos veces para contratarlos a todos y cerraba el video diciendo: “si hubiera un Mundial de Mesereo, los argentinos también tendrían más copas que nosotros”.
Todos alguna vez hemos escuchado la teoría de que Adolf Hitler no se suicidó y pasó sus últimos días en Argentina… y Adrián no quería quedarse con las ganas de indagar más sobre este asunto.
Primero, entrevistó a algunas personas en la calle, preguntándoles si sabían algo acerca de esto. Los argentinos solo se hacían los desentendidos y respondían con evasivas como “¿vos cuántas copas tenés?” o “¿eso que tiene que ver con el mundial de Qatar?”, lo que daba a entender que estaban escondiendo algo, o a alguien.
Adrián Marcelo no se dio por vencido y se propuso encontrar indicios de que Hitler había estado en tierras argentinas a como diera lugar. Siguiendo las indicaciones de un informante anónimo, llegó a una cantina sumamente exclusiva y secreta que se hace llamar “El rincón del Führer”, llena de bigotones muy extraños e intimidantes que gritan y gesticulan en lugar de hablar.
El video muestra que, adentro del lugar, estaban colgadas algunas pinturas un tanto mediocres, firmadas por un tal “A.H.”, una camisa de la selección albiceleste enmarcada que tenía grabado el nombre de “Adolfo H” en el dorsal y unas fotografías del líder Nazi junto con Fito Páez y Andrés Calamaro tomando fernet con cola en una botella de plástico. Además, en el baño, había una inscripción en una pared que decía en alemán: “Hitler estuvo aquí”.
Por alguna razón, todos lo miembros del equipo tuvimos la corazonada de que Hitler había estado ahí. Afortunadamente, Adrián decidió llevar la fiesta en paz con los argentinos, pues, de salir este video y confirmarse esta teoría, la moneda del país podría devaluarse y desestabilizar a todo el país, algo que allá nunca ha ocurrido.
