¡Todavía existe el romance! Joven le roba los calzones a su exnovia para hacerle un amarre

Cuando se trata de recuperar a un amor perdido, es muy común que las personas opten por todo tipo de estrategias, como la de llegar borracho a su casa a las 3 am pidiéndole que salga a hablar las cosas, o la de besuquear a su mejor amiga para darle celos y se arrepienta de haberse ido, pero también están los que están dispuestos a invocar fuerzas místicas y, mediante embrujos y rituales, hacen todo lo posible para que esa persona vuelva a su lado con la fuerza de la magia.

Se ha viralizado el caso de un joven de la alcaldía Milpa Alta, en la Ciudad de México, que fue detenido por robarle algunas pertenencias a su exnovia, incluidos varios calzones que, para sorpresa de muchos, no eran para olfatearlos y darse unos jalones de la llamada “mona del mono”, sino para usarlos en un embrujo.

Días después de una terrible ruptura, el sujeto identificado como Dante Serralde, quien se encontraba desesperado y viendo TikToks sobre cómo hacer amarres, se armó de valor y se dirigió hacia a la casa de su expareja decidido a sustraer sus prendas íntimas, las cuales eran requeridas en cada uno de los tutoriales que había visto.

El plan había sido todo un éxito, Dante se cercioró de que nadie estuviera en casa para utilizar la llave que siempre dejan debajo del tapete y entró a la residencia sin mayor complicación. Además de las bragas, el intruso aprovechó para tomar de regreso una sudadera que le había prestado a su entonces novia y nunca le regresó, 50 pesos que vio mal parados en la cocina y un Gansito que estaba en el congelador, el cual iba a terminar por delatarlo.

La mujer llegó a su domicilio aproximadamente 45 minutos después de lo sucedido. Una vez que se dio cuenta de que su postre de media tarde había desaparecido, sospechó que su exnovio, quien es el único que sabía del escondite secreto de la llave y además es un hambreado, había entrado a su casa.

Rápidamente alertó a las autoridades, describió al sospechoso y pidió que acudieran cuanto antes a la zona, pues temía de lo que podía ser capaz. Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), encontraron al hombre a escasas cuadras del lugar buscando velas e incienso para su ritual de amarre.

Al ser interrogado sobre las bombachas que llevaba consigo, el sujeto se quiso excusar diciendo «eso no es mío», sin darse cuenta de que justamente ese era el problema y estaba confesando un crimen.

Aunque las autoridades no han comunicado nada al respecto, nuestros reporteros informan que el hombre, a quien los otros detenidos ya apodan «el brujo pirujo», permanece detenido en espera de su proceso jurídico.

La mujer pudo recuperar sus calzones y el resto de sus pertenencias, incluida la sudadera que ella le había robado en primer lugar, como lo suelen hacer siempre. Pinches viejas, ya me acordé.

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