Sabemos que los mulitmillonarios pueden llegar a ser personas excéntricas, con una manera de relacionarse un tanto inusual. Aunque esta desconexión con la realidad comúnmente se manifiesta en una falta de tacto hacia los demás, muchas veces no es la falta, sino el exceso de tacto lo que los hace meterse en problemas.
Se ha publicado un artículo de nuestra competencia, The Wall Street Journal, que toma la declaración de varias exempleadas de Space X que aseguran haber sido víctimas de acoso sexual por parte de Elon Musk, el empresario dueño de la compañía.
Los testimonios aseguran que el magnate perseguía a cualquier ingeniera que trabajara en la empresa, incluidas, según las palabras de una de las testigos, “las más toscas”. Dentro de las declaraciones resalta el incidente que tuvo con una becaria, a la cual, de una manera incómodamente parecida a lo que le pasó a nuestra última becaria de EAD que lleva 3 semanas sin presentarse a trabajar, Elon comenzó a cortejar, luego la invitó a salir a una cita, después la besó y terminaron teniendo una interacción del tipo coitoanal.
Luego de que la pasante se las pasara al licenciado Musk, la joven fue contratada inmediatamente en un puesto ejecutivo, lo que levantó varias cejas de algunas empleadas envidiosas indignadas por el evidente trato preferencial que estaba recibiendo. Hasta ahí uno pensaría que no hay nada tan cuestionable, e incluso podría llegar a pensar que la conducta del empresario es algo totalmente natural, pero tal parece que sus comportamientos inapropiados no se limitaron a andar de llevadito con la chica nueva.
Además de los comentarios sexistas y los chascarrillos pesados que acostumbraba a hacer, que son totalmente normales en un ambiente laboral sano, muchas mujeres aseguran que Elon las hacía sentir muy incómodas proponiendo ideas muy fuera de lugar, como los “Martes en panties”, en los que hacía énfasis en que “de preferencia hombres NO”, o la vez que quiso organizar un concurso de camisas mojadas en horas de trabajo porque, según él, “faltaba ambiente”.
El artículo publicado también incluye unos mails que Elon les mandaba a algunas trabajadoras del área de producción que podrían ser considerados como acoso y dan para pensar que el millonario tiene un ímpetu sexual desmedido:
«EH, ayúdame a sacarle punta a este cohete», recibió una de las ingenieras, acompañado de una foto de su miembro masculino.
«Chin, se me llenó el taller, ¿me ayudas a sacar a los mecánicos?», también le escribió a otra de las chicas, acompañado de otra foto de su miembro masculino. «Quiero ir a Marte, pero contigo prefiero estar sin espacio», le mandó a otra de las trabajadoras, haciendo uso de sus muy escondidos dotes poéticos. Al mensaje también lo acompañó de otra foto de su miembro masculino, pero en blanco y negro.