Mientras que los hombres gay suelen batallar para engendrar una vida debido a que la naturaleza es homofóbica y misándrica, las lesbianas la tienen fácil a la hora de engañar a la biología y tener un hijo sin la necesidad de tener el sexo tradicional para el que estamos diseñados.
Cada vez son más las parejas “lénchicas” que acuden a la inseminación artificial para poder formar una familia. Con la ayuda de un héroe que no necesita capa, pero sí una chaqueta, estas mujeres obtienen la materia prima necesaria para crear vida adentro del vientre de la que pierda en el piedra, papel o tijera, que comúnmente dura horas porque ambas siempre eligen tijera.
El donador de esperma normalmente se limita a alimentarse correctamente, practicar la retención seminal durante semanas, ponerse música clásica en los testículos para que los espermatozoides se desarrollen de manera sana, entre otras prácticas que ayudan a tener semen de buena calidad, pero se ha viralizado el caso de una madre que, luego de ser abandonada por su pareja del mismo sexo, ahora le exige a su donante de esperma hacerse cargo de manutención de su hija biológica.
El joven no supo cómo reaccionar, pues salvo aquella vez que hizo una donación estando crudo y el niño salió con múltiples deformaciones, nunca había tenido ningún tipo de problema durante su larga carrera como despachador de vida.
Fue una mañana después de sus ejercicios matutinos y de prepararse un desayuno rico en proteína, cuando recibió una llamada del gerente del banco de esperma para el que colabora, notificándole que una de las madres amenazaba con proceder legalmente contra él, además de subir un video a sus redes sociales:
«Mi esposa me dejó sola con la niña y ya no se quiso hacer responsable… Lo justo es que al menos el padre se haga económicamente presente… No es justo que solo eyacule en un vasito y siga con su vida como si nada…», compartió la mujer en TikTok totalmente desesperada.
El donante ha optado por bloquear a la mujer y dice estar completamente seguro de que su deber termina una vez que entrega el recipiente con sus niños.
En cuanto a las supuestas acciones legales que la mujer podría tomar, se dice totalmente tranquilo: «Le quieren enseñar a hacer chiles a Clemente Jacques… No le vengan con jaladas a quien se dedica a ellas… Esa demanda no va a proceder… Les van a faltar manos, se lo digo por experiencia», compartió en su cuenta de X, para después, aprovechando el foco, promocionar su nuevo emprendimiento de comida corrida. No sabemos en qué consiste realmente.