Un grupo de científicos ha decidido adoptar un enfoque poco convencional para lidiar con un asteroide que se aproxima peligrosamente a la Tierra. Luego de diversos estudios y de que la comunidad científica llegara a la conclusión de que un asteroide, con un tamaño similar al de un crucero, se aproxima peligrosamente a la Tierra, científicos de diferentes agencias espaciales, empezaron a elaborar diversas estrategias para evitar el desastre que podría causar este evento astronómico.
Según la NASA, el asteroide llamado Apophis pasará cerca de la Tierra el 13 de abril de 2029, a una distancia de 32.000 kilómetros, y sentó una preocupación global debido a que este acontecimiento puede causar una tragedia sin igual. En consecuencia, los científicos y astrónomos comenzaron a idear técnicas para desviar o mitigar a este cuerpo rocoso. Una de ellas consiste en decretar mundialmente que el asteroide cambie su curso.
Los especialistas, quienes han tenido que ir a cursos de esoterismo y seminarios de buenas vibras, debido a los cambios en la política científica y las presiones de la comunidad progresista, creen que esta es una solución factible. Y en caso de que no funcione, consideran que, de todas maneras, ya no hay mucho que rescatar de este valioso de este mundo.
«Después de exhaustivas reuniones y debates, hemos concluido que la mejor forma de abordar esta amenaza cósmica es decretar que el asteroide altere su trayectoria. Creemos firmemente en el poder de la palabra y en la capacidad del decreto para influir en los eventos cósmicos», declaró el Dr. Esteban Estrella, portavoz del grupo de científicos, mientras participaba en un círculo de remedios alternativos al que lo mandaron como parte de su formación.
Cabe mencionar que algunos grupos religiosos, la Asociación de Señoras de las Lomas y colectivos de mamás luchonas ya han empezado a reunirse para iniciar este decreto masivo. Esto con la intención de que el meteorito no los tome desprevenidos, por lo que hacen un llamado para que todos los gobiernos y asociaciones civiles se unan a la noble causa o, por el contrario, perezcan en una nueva extinción terrestre.
