¡De todos modos no le alcanzó! Joven altera la página de Mazda para comprar un carro a 500 pesos

Sabemos que el hambre nos puede orillar a hacer cosas espantosas, como robar, asesinar, meternos a un negocio multinivel, revender palomeras de Cinépolis o hablar de las propuestas del Partido Verde en nuestras redes sociales, pero cada vez nos sorprende más a lo que puede llegar una persona con tal de no morir de inanición.

Se ha viralizado el caso de un joven con unos rugidos de tripa casi tan agresivos como los de la primera persona que se puso a lavar el estomago de la vaca para después inventar el menudo. Por medio de su TikTok, este visionario de nombre Leonardo Luna, se mostró queriendo adquirir un vehículo Mazda MX-5 del año, que cuesta 519,900 pesos mexicanos, a tan solo 519 varos, lo que aparentemente se había tratado de un error en la página de la empresa.

Este joven emprendedor (revendedor de ropa de Shein), ya había tenido algunos escándalos de este tipo en redes sociales, como cuando amenazó con demandar a un usuario de Facebook porque no le quiso regalar su camioneta, siendo que «ahí decía gratis», o cuando, a pesar de que sí le entregaron su comida, no quiso pagar un pedido de Rappi porque el repartidor «no era el de la fotito que aparece en la aplicación».

Mientras que en los casos anteriores no obtuvo lo que quería, en esta ocasión Leonardo se sentía especialmente con suerte. Luego de que muchos internautas se indignaran bastante y lo llamaran «vividor», «lacra», «hijo de tu pinfloi», «peruano», entre otros descalificativos, el joven obtuvo una respuesta de la empresa y parecía que sí le iban a respetar el precio.

Aunque los directivos de Mazda estaban muy molestos, e incluso agarraron a tablazos al becario que se encarga de la página, quisieron ahorrarse un problema con la Profeco y accedieron a entregar el automóvil por 520 pesos. Conforme la cotización avanzaba, Leonardo estaba haciendo trizas su tarjeta del Metrobús creyendo que ya jamás la volvería a usar, pero poco después se dio cuenta de que había un inconveniente: solo tenía 427 pesos.

El tiempo que tardó buscando monedas debajo del sofá, bolseando a su mamá y esculcando en sus pantalones viejos, fue suficiente para que la gente de Mazda indagara un poco más en lo sucedido y detectaron que el joven «realizó una serie de comprobables conductas delictivas con el fin de alterar el precio publicado», por lo que decidieron mandarlo por un tubo y amenazaron con demandarlo.

«No me arrepiento de nada, uno falla el 100% de los tiros que hace, o algo así va la frase… De todos modos ni me había acabalado… Pendejos ellos, jaja», compartió en sus redes sociales, solo para después irse a sacar una nueva tarjeta del Metrobús.

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