No cabe duda de que el señor Emilio Azcárraga ha estado sometido a bastante estrés estos últimos días, no porque existan personas que acusan a Televisa de provocarles ansiedad con un reality show, ni porque su sobrino se cayó del caballo en los Juegos Olímpicos y se vio en la penosa necesidad de sacrificarlos a ambos, sino porque ya no sabe qué hacer con todo el dinero que le está generando Adrián Marcelo en La Casa de los Famosos México.
Con el ojo clínico que tiene para los negocios, el magnate vio al influencer repartiendo dinero en su programa Radar y no se quiso quedar sin la milanesa más jugosa del comal.
Aunque al principio don Emilio pensó que el ahora villano más icónico de Televisa —dejando a Sergio Sendel como un melolengo— solo le iba a generar el suficiente dinero para seguir comprando árbitros en la Liga MX, la televisora lanzó un comunicado anunciando que esta segunda temporada de LCDLFMX se ha convertido en el suceso mediático más importante de la historia de México, legado de nuestros héroes:
Mientras los seres queridos de Adrián Marcelo están preocupados por la posible hernia que le salió por cargar con las 6.5 mil millones de reproducciones de video que ha tenido el programa en tan solo tres semanas, Azcárraga “ríe en dinero” mientras fuma su habano, pues sabe que su plan para darle el tricampeonato a las Águilas del América va viento en popa.
No cabe duda de que firmar al regiomontano ha sido el fichaje más importante que cerró en toda su carrera, pero fuentes cercanas al magnate aseguran que eso no será por mucho tiempo.
Estamos a punto de presenciar un suceso sin precedentes, pues parece ser casi un hecho que veremos a Lionel Messi y a Cristiano Ronaldo jugando para un mismo equipo: el Club América.
Varias personas pudieron ver a ambos jugadores con Emilio Azcárraga en un McDonald’s de Insurgentes Sur, en Ciudad de México, pero lamentablemente no hay foto porque el argentino se puso muy agresivo y le decía «¿qué miras, bobo?» a todo aquel que se acercaba, para luego seguir degustando la hamburguesa de su Cajita Feliz y jugando con «el miaumiau de juguete» que le salió.
Se cree que en esa comida, el empresario pudo cerrar ambos fichajes a punta de billetazos, incluida la cuenta del restaurante (que fue de $355 pesos, más 7.5% de propina, según investigaciones de EAD), lo que nos da para pensar que es muy posible que tengamos a La Pulga y al Bicho jugando para las Águilas a partir del torneo Clausura 2025.
De momento, Adrián no tiene la menor idea de que ha dejado nuevamente a sus preciados Tigres sin la posibilidad de ganar otro título. Tampoco sabe que las letras pequeñas de su contrato lo obligaban a, saliendo del reality, comenzar a apoyar abiertamente al equipo azulcrema, con el que comparte esa extraña cualidad de que, entre más lo odian, más grande lo hacen.
