«¡Viva México, cabrones!»: ¿No hallas qué hacer en este mes patrio? Te decimos 3 cosas que puedes hacer y 2 cosas que no debes hacer en el mes más mexicano

Apenas uno le va agarrando la onda al regreso a clases y, con ello, a la levantada temprano, cuando nos sorprende el mes más mexicano del año: septiembre. Mes en que se celebra y conmemora a los Niños Héroes y la Independencia de nuestro devaluado México de oro. Para muchos, se trata de un momento mágico, donde todo se llena de banderitas tricolores, el grito se escucha hasta en la última pulquería y el pozole se sirve como si no hubiera mañana.

Pero, ojo, no todo es fiesta y tequila. Hay cosas que puedes hacer para celebrar a lo grande, y otras que, de plano, te dejarán más frío que el mariachi de la Plaza Garibaldi a las tres de la mañana. Por eso, nuestro equipo de expertos en el desmadre y la ciencia de la pedita de buró, se dieron a la tarea de indagar en las opciones que tenemos para celebrar a la madre patria. Así que ponte el sombrero de charro y agarra la guitarra, porque te vamos a contar qué hacer y qué no hacer en el mes más mexicano.

Lo que puedes hacer:

  • Éntrale a los antojitos y las garnachas
    Nada dice «Viva México» como unas flautotas, unos buenos sopes bien servidos o un buen plato de pozole con su lechuguita, rábano, y esa carne misteriosa que nunca estamos seguros si es pollo, cerdo o algo sacado de un episodio de La Rosa de Guadalupe. Comer antojitos y garnachas es un deber patriótico, una tradición inquebrantable. Sin embargo, ten en cuenta que después del cuarto plato, tu estómago podría empezar a gritar de dolor. Así que sí, cómete todo el pozole que quieras, pero ve buscando un baño cerca y un rinconcito tranquilo para la siesta digestiva, porque vas a necesitarlo, compa.

  • No puede faltar la pedita de buró
    En el mes patrio, una buena pedita no se perdona. Por supuesto, puedes tomarte un tequilita o una chelita, o dos, o diez, que al fin y al cabo, como dicen, «una no es ninguna». Ahora, si después del quinto vaso empiezas a sentir que te conviertes en Pedro Infante o te sale lo patriótico por los poros y decides treparte a la azotea para cantar «Cielito Lindo» a todo pulmón, ¡aguas! Eso nunca termina bien. Solo recuerda que en algún punto, después de demasiados «Viva México», la crudita del día siguiente no perdona.

  • Ataviarte como charro o indito
    Nada muestra tu amor por México como un sombrero de charro bien plantado en la cabeza y el resto de la indumentaria típica mexicana. Puedes usarlo con orgullo mientras bailas «El Jarabe Tapatío», en el trabajo e incluso mientras intentas pagar la cuenta en el Oxxo. Así que adelante, presume tu vestimenta con orgullo, solo evita andar poniendo chiles por todos lados, tus vecinos podrían pensar que te encanta sentarte en él.

Y ahora… lo que no debes hacer:

  • No intentes romper la piñata tú solo
    Romper la piñata es una tradición de honor en cualquier fiesta mexicana que se respete, pero si decides que es una gran idea hacerlo tú solo después de tres margaritas y un mezcal de más, te tenemos malas noticias. Esa piñata no va a ceder tan fácilmente, y tú, amigo, terminarás dándole golpes al aire o a tus amigos que se encuentren en el camino. Así que, por favor, deja que los niños o al menos los que están sobrios tengan su momento con la piñata. Tu dignidad y tus amigos te lo agradecerán.

  • Dónde se hace la mejor comida
    Sí, todos sabemos que la comida mexicana es patrimonio de la humanidad, pero ponte a discutir sobre qué estado tiene los mejores platillos y terminarás en un conflicto más grande que la Batalla de Puebla. No importa cuántas veces digas que los tacos de carnitas de Michoacán son los mejores o que la cochinita pibil de Yucatán no tiene rival; siempre habrá alguien dispuesto a lanzarte su taco al grito de «¡Me la pelas, la torta de tamal es lo mejor del mundo!».

Septiembre es el mes para celebrar, reír y gritar «¡Viva México, cabrones!», hasta que se te acabe la voz o el tequila, lo que ocurra primero. Haz todo lo que puedas para disfrutar de estas fiestas patrias, pero recuerda que también hay algunas cosas que es mejor evitar, especialmente si no quieres terminar siendo el chiste de la fiesta. Así que levanta tu sombrero, agarra tu caballito de tequila y prepárate para vivir el mes más mexicano como se debe: hasta el culo.

Acerca de Fede

Fede

Escritura creativa, lingüista y estudioso de escrituras experimentales.