«Joder, por fin me pude conocer la polla»: Ibai Llanos presume su impresionante cambio físico

Miles de gorditos alrededor del mundo sienten un enorme pesar, y no solamente en sus rodillas, sino en el corazón, el cual, dejando a un lado lo que pueden ocasionar unos niveles de colesterol altos, está profundamente dañado. Esto porque uno de sus exponentes más grandes, tanto en importancia como en anchura, decidió traicionarlos dejando atrás sus días de obeso y enfocándose en mejorar su figura, la cual ya dejó de ser redonda.

Por supuesto que hablamos del streamer español y exgordo del momento, Ibai Llanos, a quien parece no importarle mucho haber caído de la grasa [sic] del colectivo XXL y se ha encargado de compartir en redes sociales su difícil proceso para pasar de no tener cintura, a por fin poder caminar dos cuadras sin empezar a respirar como perro pug.

Esto le ha dado una confianza en sí mismo que jamás había sentido: ya puede sentarse en un sofá sin ponerse un cojín en el abdomen, ya no le da miedo romper las sillas de plástico de Coca Cola cada que va a un puesto de garnachas, además de que ya se animó a ponerse una camisa con rayas horizontales por primera vez en su vida.

«Es que yo estoy flipado, tío… No puedo creer que me estaba perdiendo de esto… Yo lo que quiero es follar con la luz prendida… así se los digo… Y SIN CAMISETA… Coño, no me lo creo, tío… Joder, por fin me pude conocer la polla… MADRE SANTA… No sabía que tenía tremendo monstruo entre los perniles…», compartió durante una transmisión de Twitch, en un estado de euforia porque por fin pudo comprar ropa de Zara.

Enhorabuena por Ibai, que tuvo ese emotivo “dick reveal” o “revelación de pene”, para los que no dominan el idioma, que, parece ser, lo dejó con muy buena impresión.

El streamer está consciente de que despedirse de su gordura lo ha privado de algunos placeres, como siempre tener que irse en el asiento de enfrente sin tener que cantar el “shotgun” cada que se va a subir a un vehículo, o agarrarse sus chichis como pelotas antiestrés en un día difícil, pero ha hecho énfasis en que algo que definitivamente no va a extrañar es que lo quieran emparejar con mujeres gordas como si se tratara de perros de la misma raza.

«Los gorditos como quiera son simpáticos… las mujeres gordas casi siempre son mala onda», agregó aliviado, pues ya puede saludar mujeres guapas sin que sea considerado acoso. 

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