Se ha confirmado una nueva adaptación de las novelas de Harry Potter en formato de serie de televisión, y aunque la reacción de muchos fue decir «esa historia… ya se contó», con voz chillona y tono fresa, es inevitable no estar a la expectativa sobre quién va a interpretar a los entrañables personajes que acercaron a miles de niños al mundo de la magia negra y el paganismo.
Es bien sabido que J. K. Rowling, la autora de los libros, se ha pronunciado fuertemente en contra de la agenda progresista y, sobre todo, en contra de que las mujeres peneportantes sean consideradas mujeres, lo que es bastante contradictorio porque en el mundo mágico que ella creó las mujeres sí pueden tener varita.
Esto ha contrastado bastante con la convocatoria de HBO para encontrar a los protagonistas, Harry, Ron y Hermione, la cual busca un reparto inclusivo, abierto a todas las razas, etnias e identidades de género.
Si bien, en la saga original Harry Potter era miope, Ron Weasly era autista y Hermione Granger era mujer, lo que ya era lo suficientemente empoderante para todos esos niños que los veían en pantalla y aprendían que sus defectos no tienen por qué definirlos, para la productora de esta nueva versión eso no fue suficiente representación:
«En las películas había UN solo negrito… todo nadaqueveriento… y con look del Maestro Limpio, pero sucio… los afrodescendientes tienen una cultura mágica muy amplia… el vudú… el palo mayombe… el beso negro… Hogwarts definitivamente debería tener más magos negros», le respondió a uno de los reporteros que solo le había pedido un lápiz.
En cuanto a diversidad sexual, hizo énfasis en que la comunidad LG TV «es muy de astrología y esas cosas gays», lo que podría ser un indicio de que veremos a algún profesor del tipo “queer”, o “rarito”, como lo llamaría tu tío que te dejó de hablar porque te vio con una camisa rosa, que se especialice en hacer predicciones e interpretar el lenguaje de los astros, algo así como el famoso pitoliso Walter Mercado.
Aún no se sabe con exactitud qué tanto cambiarán los personajes que todos ya conocemos. Que si Harry ahora será “Puter”, que si Dumbledore mantendrá su orientación intacta porque ya era gay desde antes, que si Voldemort El Que No Debe Ser Nombrado será transfóbico, racista y xenófobo para hacerlo aún más malo, todo queda en mera especulación, pero de algo podemos estar seguros: hoy ganó la inclusión.
¡Cien puntos para Gayffindor!