Una joven que se identifica como estación de invierno ha entrado en una profunda crisis existencial a causa del cambio climático, un acontecimiento que ha sorprendido hasta a los más avezados expertos en clima y en la identidad personal. De acuerdo con el testimonio de la joven, la constante alza en las temperaturas globales y la drástica disminución de nevadas y tormentas invernales de los últimos años le han hecho cuestionar su propia existencia y lugar en el mundo.
La joven, quien prefiere ser llamada «Invierno», expresó su angustia en redes sociales, donde compartió un desgarrador video llorando frente a un ventilador en pleno septiembre, luego de ver el pronóstico de un climatólogo para la próxima temporada invernal. Durante años, «Invierno» disfrutó de ser el alma de las reuniones navideñas y defensora oficial de las bufandas y chamarras, asegura que el constante calor la está haciendo sentir como una estación traidora. «Intenté usar una bufanda la semana pasada y sudé como cerda. Me sentí un fraude», confesó con voz entrecortada.
«Esto es un genocidio climático y no se vale, porque yo tengo derecho a ejercer mi identidad. El cambio climático está matando a mis tormentas de nieve interiores, mi identidad se está derritiendo y no puedo ni salir a la calle, porque siento que me ni existo. Ahora ya no sé quién soy, qué hago aquí ni si tengo algún propósito en esta vida», añadió mientras tomaba un helado, único consuelo que le queda ante la ausencia de temperaturas bajo cero.
Por su parte, expertos en climatología y psicología ya están analizando este extraño fenómeno, no el del cambio climático, sino el de la joven, pues, según el Dr. Ernesto Patiño, profesor de «Meteorología Emocional», cada vez hay más personas que se identifican como estaciones y están reportando trastornos de identidad por culpa del calentamiento global. «Estamos viendo casos de jóvenes que se identificaban como tormentas invernales o con inclinaciones más primaverales, y ahora no saben quiénes son, atrapados en un constante trastorno emocional», afirmó el doctor, mientras aplicaba electroshocks a uno de sus pacientes.
Ante este panorama, se ha abierto un nuevo campo en la terapia de identidad climática y un pabellón especial en los sanatorios de diversos países en el mundo. Ante esta ola de inclinaciones, algunos psicólogos recomiendan técnicas como visualización guiada de nevadas, abrazos a refrigeradores como manera de reconectar con la esencia invernal perdida, o bien, dejarse de mamadas. Mientras tanto, «Invierno» sigue buscando su lugar en un mundo que, paradójicamente, se calienta más rápido de lo que ella puede encontrar su frescura interior.