La compañía china Deep Blue Aerospace, que anteriormente se dedicaba a la fabricación de tenis clon espejo, ha anunciado que ofrecerá vuelos espaciales suborbitales a partir de 2027, en una nave de última generación que, según expertos, parece sospechosamente idéntica a una de la NASA, lo cual, viniendo de los chinos, no ha sorprendido a nadie. Su gran oferta es que los boletos tienen un precio competitivo contra otras empresas en el emergente mercado de los viajes espaciales comerciales, aunque el costo final dependerá de cuántas piezas queden después del aterrizaje.
La nave, bautizada como Zhuque-2 Chang Peng o «Sí, es una copia y nos vale velga», para los que no dominan el idioma, promete cinco minutos de ingravidez y vistas panorámicas del espacio. Deep Blue asegura que el diseño innovador del cohete permite al usuario una experiencia «casi como si estuviela dentlo de una nave de la NASA, pelo con un toque auténtico de la infalible ingenielía oliental» (el énfasis es nuestro). Fuentes cercanas a la industria destacan que los «toques auténticos» incluyen un manual de emergencia en mandarín básico y un firewall que garantiza que los pasajeros no publiquen opiniones cuestionables sobre el viaje. Total, el chiste es vivir la experiencia o morir en el intento.
El sector comercial espacial en China ha experimentado un auge impresionante en los últimos años, y el presidente de Deep Blue Aerospace asegura que esta oferta espacial es la alternativa ideal para los turistas que prefieren la aventura a los detalles menores, como los estándares de la NASA. «No estamos diciendo que es un clon, solo que inspila confianza… como milal un espejo. Guiño, guiño», afirmó, manteniendo esa postura fría e imperturbable que caracteriza a los chinos.
Curiosamente, cada boleto incluye un seguro de viaje contra «potenciales imprevistos suborbitales», mismos que se especifican en letras diminutas en el contrato, obviamente en chino mandarín. A pesar de este pequeño inconveniente, se rumora que en caso de «pérdida de gravedad permanente» Deep Blue Aerospace garantiza un elegante retrato conmemorativo en la fábrica donde se ensambló la nave, como recordatorio de su compromiso con el sector turístico espacial de alta gama, y apoyar con las flores artificiales para el sepelio.
Por su parte, los primeros interesados aseguran que, por fin, un viaje al espacio suena accesible. «Yo siempre quise sentirme como un astronauta, solo espero que, ha diferencia de sus autos, en estas naves sí sirvan las bolsas de aire», declaró un emocionado comprador, mientras firmaba el contrato y su testamento, por si las dudas.