Existe una razón por la que casi todas las personas nacemos con un miedo primitivo a los payasos. Es la misma razón por la que, en este, su sitio de noticias de confianza, cada ocho días tenemos que reportar las fechorías de algún payaso que comprueba nuevamente lo peligroso que puede ser confiar en un hombre que se maquilla y se pone peluca.
Esta semana tocó hablar de Lapizito, hermano de Maui Gomita, la exparticipante de LCDLFMX, a quien quizás recuerdes porque fue la única que abrazó a Mayito cuando entró a la casa.
Todo empezó cuando Fer Durán, influencer y exnovia del famocho payachito, habló de los abusos que sufrió de su parte durante una entrevista en el podcast de “Un Tal Fredo”, quien nuevamente utilizó su espacio para facturar a costa de mujeres vulnerables que le confían detalles íntimos y delicados de sus relaciones tormentosas.
Aunque cuando uno ve a Lapizito caracterizado asume que es un muchacho alegre, alivianado, de esos a los que les gusta llevarse de piquete de ombligo, la joven lo describe como alguien extremadamente celoso, posesivo, y que más bien le gusta llevarse de catorrazos en la jeta, de esos que definitivamente no suenan “póñoñoing”.
Tuvieron que pasar meses para que Fer Durán volviera a hablar de este asunto. Apenas esta semana, la influencer publicó un comunicado en el que lo acusaba de querer silenciarla para limpiar su imagen, mismo que acompañó con evidencia de la violencia física que ejercía contra ella y un audio que demuestra que ese Lapizito es más picudo y sacalepunta de lo que creíamos:
Además de darnos cuenta de que la voz de su personaje no es fingida, pues ni maltratando a su novia deja de tener voz de pito, con este audio confirmamos que, detrás de un payaso, muchas veces se encuentra una persona profundamente perturbada que esconde sus fantasías más violentas haciendo espaditas con globos.
No faltaron sus 23 seguidores que justificaron sus acciones y le pidieron a la gente que se ponga en sus zapatotes. Para ellos Lapizito solo es alguien confundido que heredó el temperamento agresivo de su padre, Lápiz, quien está demandado por violencia doméstica y, a su vez, seguro aprendió todo de su padre, Grafito.
Para la mayoría de las personas, no hay justificación alguna para lo que hizo. Ya existe un proceso legal en su contra, el cual probablemente no se resuelva pronto porque la fiscalía tiene prioridades, y primero debe atender demandas por violencia de género a personas que hicieron «chistes misóginos». A diferencia de su hermana Gomita, Lapizito resultó no ser súper buena onda.
