Gerardo Fernández Noroña, nuestro flamante presidente de la Mesa Directiva del Senado, sumó otra anécdota a su ya colorida lista de incidentes aéreos, al denunciar el robo de su cartera en pleno vuelo de Hermosillo a la Cedemex. El senador, acostumbrado a las turbulencias políticas, no esperaba enfrentarse a un nuevo caso de sustracción ilícita de sus pertenencias en uno de sus viajes, menos ahora que ya parece un poquito menos mugroso que cuando era diputado.
«Pues todo indica que nos dieron baje con una cartera en el vuelo», tuiteó Noroña con su peculiar estilo de vecindad, dejando entrever que, al parecer, hasta las alturas se convierten en tierra fértil para los amantes de lo ajeno, quienes vieron en él a la víctima perfecta ahora que ya no se viste como limosnero.
Por su parte, mientras que Aeroméxico se apresuró a ofrecerle su «total apoyo» a través de sus canales digitales, el senador pudo o no haber comentado: «Me la devolvieron, pero con unos vales de despensa y un champú de hotel. Al menos podían haber dejado un rastrillo y un jabón. Ni siquiera respetaron mis estampitas de Zapata y el billete de 20 pesos que me heredó mi padre hace años. ¡Un verdadero ultraje a mi dignidad proletaria! ¡No se vale, no se vale!».
Según el relato, Noroña iba acompañado por el politólogo Horacio Flores, quien revisó minuciosamente el avión tras el aterrizaje, como si estuviera en un episodio de CSI: Aeroméxico. Sin embargo, la cartera no apareció en los compartimentos de los asientos 4E y 4F, donde venían sentados los afectados. En cuanto a la aerolínea, un portavoz comentó que están revisando las cámaras de seguridad del avión (que claramente no existen) y pidieron paciencia mientras investigan el caso.
Cabe señalar que este es el segundo incidente aéreo que sufre Fernández Noroña desde que asumió su cargo en septiembre. Por lo que algunos malintencionados señalan que el robo pudo haber sido parte de una oscura conspiración: «Primero lo insultaron en la sala VIP y ahora le roban la cartera. Esto ya parece más una saga que una simple mala racha», opinó un colega senador, que pidió el anonimato.
En redes sociales, los detractores del senador no tardaron en convertir el asunto en material de memes, comparándolo con un pasajero de clase turista que finalmente aprendió lo que es «volar alto, pero aterrizar en la realidad» o manifestando que bien podría darles «abrazos y no balazos» a quienes le robaron su cartera.
