«¡Con razón me dejan en visto!»: ¿Cansado de no llegar ni a segunda base? Estas son las 5 cosas que espantan a toda morrita desde la primera sonrisa

En este mundo moderno donde todo se mueve rápido —menos tu vida amorosa—, es muy fácil quedar como un imbécil en menos de cinco segundos. Basta con un “k haces” mal ubicado, una selfie con la toalla mal puesta o una frase sobre su talla sacada contexto, para que esa morrita que te gusta te bloquee con más agilidad que diputado llorón.

Si alguna vez te has preguntado: «¿Por qué si soy tan buena onda nadie me quiere?», la respuesta corta es: porque das miedo, cabrón. Por eso, nuestro equipo de científicos en el antiguo arte de espantar muniers, nada más por ser lo que quieren ser, nos traen los 5 peores errores que puedes cometer desde esa primera sonrisa o primer mensaje, que al final terminan siempre con un rotundo «no gracias», antes siquiera de que te conteste el saludo, la muy maleducada.

1. El «holi guapa» a las 3 a.m. Si estás saludando de madrugada, todos sabemos que no es por cortesía, ni por insomnio. Es porque traes tres caguamas encimas, la hormona encendida y cero vergüenza. Nada dice «estoy caliente y desesperado» como escribirle a una morra con la que ni siquiera has cruzado más de dos palabras en la vida, y aun así creer que te va a contestar con un «aiñ, qué lindo».

Además, esos emojis que usas —el diablito, la berenjena, las gotitas— no los entenderá como códigos de seducción, sino como alertas de peligro biológico, como si fueras mosquito con dengue emocional. Y no la culpamos.

2. La foto de perfil sin camisa en el baño. Te lo diremos con delicadeza: si tu idea de «mostrar lo mejor de ti» es enseñar el pezón izquierdo mientras se asoma el bote de jabón Zote, no te estás ayudando. Y no, no importa cuántos abdominales tengas. Si se ve el excusado destapado, el calzón colgado y el espejo con pasta de dientes seca, ni tú te darías like. Mucho menos si tomas la foto desde arriba, medio flexionado y con el filtro sepia, porque te crees artista.

3. Escribir como cavernícola. No hay nada más mata pasiones que un mensaje mal escrito, como «k onda bb, t vi y m enkntste jeje xd». Ya ni hablemos de una tilde perdida o una coma que se fue de vacaciones, nos referimos a esos jeroglíficos que ni el INAH puede traducir. Si usas más letras “k” que vocales y rematas todo con “jeje”, te informamos que ya no estás en Metroflog, y que cualquier intento de ligar bajo esa escritura es motivo legítimo de denuncia.

4. Presumir que tu mamá todavía te plancha los calzones. Ser cercano a tu mamá está bien, pero cuando en pleno siglo XXI presumes que tu jefita te sigue cocinando, lavando y despertando como si fueras niño de kínder, lo que la morra escucha es:«Hola, quiero una novia que me adopte, me aguante mis berrinches y me mantenga como mi mami». No hay cosa que espante más que un bato de 30 que se queja de la vida mientras su mamá le lleva el plato con sopita caliente y lo arropa para que no se le enfríe el ombligo.

5. Soltar la joyita: «Ya no hay mujeres como antes». Nada dice «soy inseguro, frustrado y resentido con la vida» como echarle la culpa a las mujeres porque ninguna te ha aguantado lo suficiente. Cuando sueltas frases tipo «las mujeres solo quieren dinero», lo que realmente se entiende es: «No tengo ni lana, ni autoestima, ni idea de cómo tratar a una mujer». Si tienes que menospreciar a todas para convencer a una, estás más cerca de ser un Temach de barrio que un hombre entero, decente y de bien.

Las morras de hoy están hartas de los batos que creen que la masculinidad se mide por cuántas frases misóginas puedes meter en un inbox. Así que mejor deja de llorar porque no te pelan y empieza a revisar qué estás proyectando desde el saludo, la sonrisita coqueta y el sutil piquete de costillas. Y si todo falla, al menos bórrate esa foto sin camisa, límpiate el espejo, aprende a escribir «hola» sin emojis raros… y date un baño, no te va a hacer daño.

Acerca de Fede

Fede

Escritura creativa, lingüista y estudioso de escrituras experimentales.