En un giro inesperado dentro del campo de la sociología aplicada y las constelaciones de pareja, un grupo de científicos suizos ha revelado que la clave de un matrimonio longevo y en paz no está en las cenas románticas, los detalles sorpresa o las caminatas al atardecer, sino en algo mucho más simple: la sordera masculina. Según los investigadores, los hombres que sufren pérdida total o parcial de la audición tienen un 83% menos de probabilidades de divorciarse. El dato que ha sido considerado como «el descubrimiento conyugal del siglo».
El Dr. Juan Pablo Nioigo, líder del estudio y experto en divorcios, explica: «Lo que encontramos es que, al dejar de escuchar ciertas frases como ‘¿ya viste cómo me habló tu madre?’, o ‘¿tú crees que así se sacan la basura los domingos?’, los hombres simplemente sobreviven». Según el Dr. Nioigo, la ausencia de confrontación auditiva reduce drásticamente las tensiones domésticas. «A veces, la ignorancia realmente sí es felicidad. O al menos un matrimonio más largo».
Sandra López, ama de casa y esposa de un hombre con hipoacusia progresiva, confiesa que desde que su esposo dejó de oírla, la relación floreció como nunca. «Yo hablo, me quejo, lloro, grito, y él solo sonríe, me acaricia la mano y me dice: ‘¿qué dijiste, mi amor?’. ¡Es perfecto! Ya no discuto sola porque ahora él no intenta ganar». Cuando se le preguntó si eso no le parecía triste, respondió: «No, triste era cuando sí me escuchaba».
Los terapeutas de pareja, por su parte, han comenzado a adaptar sus métodos. Ahora, en lugar de ejercicios de comunicación asertiva, recomiendan a sus pacientes masculinos prácticas como mirar al vacío, asentir en cámara lenta y usar la frase comodín «tienes razón» (aunque nunca la tengan) con distintos tonos emocionales, incluso cuando no tienen idea de qué se está discutiendo.
Ante el fenómeno, la industria tecnológica no se ha quedado atrás. Una start-up llamada QuietLove ha lanzado su primer producto estrella: los «Tapones Selectivos Maritales», que bloquean únicamente las palabras clave con potencial conflictivo como «suegra», «lavadora», «comadre» y «terapia de pareja». Según su CEO, los pedidos han colapsado la página desde su anuncio.
El estudio ha generado controversia, especialmente entre feministas y coaches de pareja que acusan al informe de machista, escapista y ridículo. A lo que el Dr. Nioigo ha hecho oídos sordos, mientras se colocaba dos tapones fluorescentes y los mandaba a la ñonga.
El grupo de expertos ha confirmado que seguirá investigando nuevos métodos para mejorar la armonía conyugal, como gafas que nublen la vista durante los berrinches o apps que traduzcan las frases pasivo-agresivas en emojis amigables.