En un giro inesperado digno de un episodio de La Rosa de Guadalupe, un grupo de activistas antirracismo levantó una queja formal ante la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) por la comercialización de papel higiénico de color negro, al que acusan de «revictimizar históricamente a las comunidades racializadas» y «asociar lo oscuro con lo sucio».
«Esto es más que papel, es un símbolo de opresión a las comunidades afrodescendientes», declaró con voz temblorosa de indignación Adonis Razo, portavoz del colectivo Afromicroresistencias, mientras desenrollaba uno de los polémicos rollos para mostrar que incluso el tubo de cartón era negro. «¿Qué sigue? ¿Servilletas marrón con aroma a discriminación?», gritó ofendido antes de abrazarse a una caja de pañuelos biodegradables de color neutro.
El papel, que ha sido promocionado como «ultralujoso, elegante y sensual» por influencers de lifestyle con cuartos de baño más grandes que departamentos en la Narvarte, es fabricado por una empresa que lo describe como «una experiencia para quienes quieren ir al baño con estilo y misterio». Sin embargo, los colectivos aseguran que ese «misterio» huele más a racismo que a lavanda.
«Si no hay papel rosa para mujeres, ni papel arcoíris para la diversidad, ¿por qué sí hay negro? ¿Qué están queriendo decirnos?», lanzó Leticia Colmenares, activista del grupo Toallas Libres y Diversas, quien además advirtió que ya están organizando un «plantón escatológico» frente al Senado, donde planean formar una alfombra roja con rollos usados para representar «la pisoteada simbólica de los derechos».
Profeco, por su parte, respondió que aunque entienden la inconformidad, el producto en cuestión cuenta con todos los permisos sanitarios y se consultó con consumidores de pollo frito. «Hasta ahora, la única queja objetiva que hemos recibido es que mancha el fundillo con el primer uso y que hay quienes no distinguen cuando acabaron de limpiarse», afirmó un vocero que prefirió permanecer en el anonimato «por si las moscas».
Como respuesta, la empresa anunció que en próximas semanas lanzará una línea «inclusiva y diversa» de papel higiénico con patrones multicolor, texturas con frases motivacionales y olor a axila de feminista. Pero la comunidad activista ya advirtió que también irán por ellos «si no incluyen representación trans en la textura».
Mientras tanto, la amenaza de la manifestación con rollos usados se mantiene vigente. «Si no nos escuchan, vamos a marchar defecados, con la frente en alto y el papel en la mano», concluyó Adonis, mientras varios reporteros daban discretos pasos hacia atrás.
