El villano favorito de la supercarretera de la información, Elon Musk, volvió a las andadas esta semana, cuando privó a miles de usuarios del derecho humano a portar una insignia de verificación de la red social del pajarito azul, y reservó este privilegio para aquellos que le pagan un soborno mensual en forma de suscripción a Twitter Blue.
Anteriormente, la plataforma de redes sociales asignaba la insignia de verificación a cuentas relevantes tras una comprobación de identidad, pero desde que obligaron a Musk a cumplir con el contrato de la compra de Twitter, los criterios cambiaron y se introdujo el neoliberalismo, el clasismo y la filosofía fifí (la filosofí).
A partir de esta semana, solo las cuentas que están suscritas al servicio de paga de la aplicación pueden tener la palomita azul, por lo que miles de cuentas de artistas, políticos y otras personas famosas quedaron payasas sin la insignia.
Se prevé que el magnate sudafricano haga más modificaciones a la red social del pajarito hasta dejarla totalmente inutilizable.
