Una regidora de Morena volvió a poner a prueba los niveles de cinismo tras publicar un video en el que presume haber donado una impresora a una escuela rural que, por alguna extraña razón, no tiene electricidad. El hecho ocurrió en la Escuela Primaria Intercultural Cuitláhuac, Guerrero, donde los salones tienen techos de lámina, pisos de cemento, cero enchufes y, muy probablemente, tres gallinas y a un intendente viejito. Nicole Cambray, la destacada funcionaria, compartió orgullosa el momento de su aportación antes de que el video desapareciera de sus redes sociales.
Con este tipo de donaciones, pareciera que en lugar de imprimir documentos, los achichincles de la «Transformación» imprimen puras vergüenzas. Pero, parafraseando al «guatemático de la canción»: «y es tanta mi fe que aunque no tengo ni luz, ya estrené una impresora».
