Un hombre con un problema severo de la tiroides —de esos que ya no se pueden levantoides— tuvo que ser sacado de su departamento con ayuda de una grúa para recibir atención médica… probablemente relacionada con sus siete años constipado.
Las imágenes del ahora apodado Milton —mil toneladas— no tardaron en viralizarse en la internet, donde se pudieron leer todo tipo de comentarios gordofóbicos como:
«La obesidad mórbida no es un juego, no descuiden sus cuerpos así», «Debería ver a un nutricionista», o «JAJA, el pito de ese güey ya está más escondido que un clítoris».
En fin. Si los perros ladran, es porque está avanzando. En grúa, pero avanzando.






