Consciente de que el 90% de los problemas del mundo no existirían si nuestros mandatarios frecuentaran la llamada «claridad posteyaculatoria», el presidente de Perú, José Jerí, se propuso gobernar con mano dura —de tanto callo— y se convirtió en el siguemorras 3000… ganándose el apodo de José Pajerí.
A apenas dos días de asumir su cargo, comenzaron a circular imágenes donde exhiben su clara afición por actrices porno, modelos de OnlyFans y muchachas del tipo «nalgona del Instagram». No sabemos qué les sorprende, si fuera una blanca palomita, en Perú ya lo hubieran hecho ceviche.







