Su único delito fue soñar con el amor: cae el robacalzones de Veracruz

Veracruzano robaba ropa íntima de mujeres para no sentirse solo.

Las vecinas, cansadas de que se les desaparecieran los calzones de los tendederos, comenzaron una búsqueda que terminó cuando se dieron cuenta de que de una casa de la cuadra salía un olor a pescadería o, como dicen en Veracruz, olor normal.

El ladrón de bombachas fue atrapado con las manos en la masa, que en este caso eran unas trusas Rinbros que se había llevado por error, y confesó que acumulaba su botín porque se sentía muy solo y quería que “al menos se la dieran a oler”.

Nos estamos extinguiendo los señores románticos.


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Shuy

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