Por: becario EAD
A principios de diciembre, Érick Raúl Alemán Gutiérrez, mejor conocido como “Alemán”, fue acusado de violencia por parte de su expareja Akasha, quien también es cantante, influencer y una de los 87 uruguayos que existen en el mundo.
Acompañada de fotos de moretones y un audio bastante perturbador, la uruguaya hizo una publicación en la que aseguraba haber sido víctima de violencia por parte del rapero, lo que bastó para que la prensa amarillista, sin tomar en cuenta que siempre hay otra versión de los hechos, asegurara que Alemán no solo le pega a los beats.
Después de unas semanas difíciles, llenas de incertidumbre, en las que más de uno perdimos el sueño a causa de la terrible decepción que significaba que Alemán resultara ser violento e iracundo, a diferencia de sus canciones, en las que muestra mucha mesura y autocontrol, el rapero sorprendió a todos decidiendo romper, además de madres, el silencio con su nuevo álbum “Confesiones” dedicado a Akasha, donde se propuso contar toda su verdad.
El equipo de EAD, comprometido con la verdad y en plena labor periodística que es cada vez más escasa en nuestra industria, se dispuso a comprar unas cuantas mariguanas para entrar en sintonía y escuchar con detenimiento las 6 canciones que, junto con la introducción, conforman el álbum de 19 minutos.
Si bien, a la mitad del equipo le dio la pálida y se quedaron mimiditos mientras comían jotqueis con cheetos, los demás quedamos sorprendidos por un par de razones: 1. A pesar de ser «el Alemán», las canciones estaban en español. 2. El cantante asegura haber sido víctima de una de las también conocidas como «nalgonas de insta», especímenes que comúnmente confunden el corazón de hasta el más noble y llevan al limite a hombres de bien, que al darles todo, se dan cuenta que para ellas «todo» no es suficiente. Ya antogaron.
Todo aquel que ha tenido un «amor apache» entiende de alguna manera al Alemán, pero como en el casino, en este tipo de amores hay que saber retirarse cuando uno está ganando. A diferencia de las muchachas con pocos seguidores, una «nalgona de insta» difícilmente te va a querer bonito, y eso es algo que el intérprete de “Rucón” aprendió a la mala.
Así como la culpa no es del indio, sino de quien lo hace compadre, la culpa no es de la cola, sino de quien se forma en ella.
