Sumándose a la mercadotecnia de temporalidad, Aeroméxico lanzó su campaña llamada “Asientos vacíos”, mostrando todo su apoyo moral a la comunidad LGBT+, en la que montó una exhibición de sillones de primera clase en el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad de México, además de dejar cierta cantidad de asientos vacíos, marcados con la bandera del orgullo, en algunas de sus aeronaves que cumplen vuelos comerciales.
Dicha estrategia sirvió los primeros 45 minutos de la campaña, ya que los asientos vacíos se vendieron más de una vez y de manera inmediata en cuanto los vuelos fueron anunciados.
Se espera que personas de todas las comunidades y de cualquier preferencia sexual queden varadas en distintos aeropuertos del mundo gracias a la sobreventa de la aerolínea.