El amor es una cosa esplendorosa, hasta que sales con alguna mamada que no te aguanta ni la morrita con la que llevas dos años sin llegar a segunda base. El arte de hablarle a tus muniers (sí, en plural, porque más vale tener una o varias reservas por cualquier cosa), puede convertirse en un campo minado donde una sola frase mal colocada puede convertir una noche de pasión en una pesadilla incómoda. Si alguna vez te has preguntado por qué la llama del amor se apaga de repente y tu morrita anda toda mula, puede que la culpa no sea de la falta de chispa, sino de alguna de las frases mata pasión que dijiste en el peor momento sin darte cuenta.
Así que, por el compromiso con nuestra fiel audiencia y por puro interés científico, el equipo de lingüistas y expertos en el arte de la lengua de EAD se dieron a la tarea de encontrar cuáles son las frases mata pasión que todo hombre de bien debería evitar, con el fin de proliferar en este cruel mundo como Diosito manda. Ahora que, si tu plan es vivir en celibato eterno y nunca llegar a conocer los placeres de cochar, puedes utilizar estas frases como el anticonceptivo más eficaz y barato.
- «¿Ya terminaste?»
Esta frase es el equivalente a que te pregunten lo mismo, pero porque acabaste en dos misisipis, que ya es un logro. Preguntar a tu morrita si ya terminó es como decirle: «Oye, ¿te falta mucho? Es que tengo que ir a ver el partido». No solo es una falta de cortesía, sino que también es una manera muy efectiva de hacer que tu morrita pierda todo interés en lo que estaba ocurriendo, porque las muniers tienen otros tiempos y, por alguna extraña razón, tienen un problema con lo que dura poco. Así que mejor ahórrate la pregunta, graba el partido y disfruta del momento, que igual no durará tanto.
- «Mi ex hacía esto mejor…»
Tampoco mames. Si alguna vez has pensado que comparar a tu morrita con tu ex es una buena idea, te estás metiendo en terrenos peligrosos y no precisamente en los que te gustaría. Decirle que tu ex hacía algo mejor, es como pedir un billete directo al celibato con tu morrita. No solo es una frase mata pasión, sino que también es una de las formas más rápidas de terminar durmiendo en el sofá, si es que tienes esa suerte.
- «Eso ya ni te queda, gordita»
Esta frase es un golpe de peso. Nada apaga más la llama que cuestionar la apariencia física de tu morrita, especialmente si se refiere a sus atributos. Si tienes alguna opinión sobre el tamaño de alguna parte de su cuerpo, mejor guárdatela antes de cochar, pero dísela cuando las cosas se calmen. Tampoco vas a andar con un tambo nada más para no hacerla sentir mal o por coger. Después de todo, es probable que el problema no esté en lo que ella tiene, sino en lo que tú no puedes manejar. Así que mejor mantén los comentarios al mínimo, mientras no sea necesario, y evita que tu morrita hable de algo muy chiquito que te cuelga.
- «Esto nunca me había pasado antes…»
La clásica excusa para cuando las cosas no salen como esperabas, cuando te falla «el comandante», tu fiel compañero de batallas. Pero decirle a tu morrita que «esto nunca te había pasado antes» es admitir que siempre te pasa. La mejor opción aquí es simplemente guardar silencio y esperar a que la situación mejore. Espóiler: no mejorará.
- Frases de películas
Si empiezas la cochadera con un «Que la fuerza me acompañe» o hablando en klingon, olvídate de que la cochada dure más de tu marca mundial de dos minutos, lo más seguro es que tu morrita no tarde en decirte que se le olvidó que tenía un compromiso y que tiene que irse. Así que olvida tu pasado ñoño u otaku y enfócate en la acción. Ya tuviste mucho sufrimiento por ser fan de Star Wars como para que sigas haciendo sufrir a otras en el acto del amor.
El consejo final aquí es claro: a veces, lo mejor que puedes hacer para mantener la pasión viva es simplemente callarte el hocico. Las palabras tienen poder, y en el calor del momento, una frase equivocada puede destruir todo lo que has construido. Así que la próxima vez que estés con tu morrita, recuerda estas lecciones y guarda silencio cuando sea necesario. Porque, al final del día, es mejor haber cogido callado a que te calles sin haber cochado.
