De acuerdo con los más recientes estudios científicos, en los que se ha descubierto que el núcleo interno de la Tierra está desacelerando, varios expertos han llegado a la conclusión de que esto afectará la vida como la conocemos. Así, mientras estos expertos debaten sobre las posibles consecuencias, nosotros, los mortales comunes y corrientes, estamos ocupados imaginando cómo este evento geológico afectará nuestras vidas.
Por ello, el equipo de tíos ñoños y nerds de EAD se dio a la tarea de explorar los cinco posibles efectos que este fenómeno causará en la vida cotidiana y si será necesario echarle una llamadita a la morrita que te gusta y a tus otras seis novias para tomar las providencias adecuadas, ante un posible cataclismo de proporciones astronómicas que podría ponerle fin a toda la fauna, menos a las cucarachas porque esas son inmortales y dominarán el mundo.
- Alteraciones climáticas. ¿Te quejas constantemente del clima? Prepárate para un nivel completamente nuevo de locura meteorológica. Un día puedes estar tomando el sol en la playa y al siguiente, construyendo un iglú en tu patio trasero. Olvídate de los pronósticos del tiempo, ahora necesitas un oráculo para adivinar, si mañana necesitas un paraguas o protector solar, si tendrás que ir encuerado a la oficina o abrazar a Laurita, la compañera a la que le picas las costillas.
- Localizadores desquiciados. La desaceleración del núcleo puede jugar malas pasadas con el campo magnético de la Tierra, y eso significa que tu GPS será tan confiable como una brújula en un imán gigante. Imagina pedir un Uber y terminar en el motel o usar Google Maps y acabar en la cama con tu secretaria. Los tours turísticos ahora incluirán paradas sorpresa y aventuras no planeadas.
- Animales desorientados. Para deleite de los degenerados que se inventan un género cada semana, los animales que dependen del campo magnético para orientarse perderán completamente el rumbo. Las aves migratorias podrían terminar en el Polo Sur en lugar de en Florida, y los delfines podrían confundirse y aparecer en la piscina de algún ricachón. Y tus mascotas, claro, serán un desastre. Olvídate de paseos tranquilos; ahora tendrás que rastrear a tu perro en una búsqueda épica por tu barrio.
- Ciclos de cabeza. Sí, tu morrita y tus otras seis novias se pondrán locas ya no cada mes, sino hasta cada semana. Se sabe que la interacción de los ciclos lunares, de la tierra y del cuerpo están conectados y lo más seguro es que esto sea, ahora sí, el inicio del fin. Así que trata de ser muy comprensivo con tu pareja y, ya de plano, si se pone muy insoportable, siempre queda el harakiri.
- Delirio colectivo. Por supuesto, la desaceleración del núcleo interno será un festín para los amantes de las teorías conspirativas. Desde alienígenas modificando el núcleo para terraformar la Tierra, hasta planes secretos del gobierno para controlar la población a través del caos geológico. Prepárate para foros en línea llenos de gente con gorros de papel aluminio, discutiendo cómo salvar al mundo de una invasión subterránea alienígena, o mucho peor, que le echen la culpa a la derecha y al calentamiento global. Trata a todos esos loquitos como tratarías a cualquier hippie.
Así pues, la desaceleración del núcleo interno de la Tierra puede parecer el preludio de una película de desastre. Sin embargo, por cada posible catástrofe, hay una oportunidad para pensar en cosas positivas, como que Diosito nos lleve en sus brazos hasta el cielo, si nos portamos bien, si no ya nos cargó la verga. Claro, la idea de que nuestro planeta se tambalee un poco más de lo normal es ligeramente perturbadora, pero tal vez sea mejor dejar las preocupaciones geológicas a los expertos y disfrutar de los últimos días con una buena pedita de buró del fin del mundo.