Un grupo de expertos afirma haber encontrado la solución definitiva para la fobia social en personas mayores de 40 años. Según el grupo interdisciplinario, la cura no involucra terapia compleja, medicamentos caros ni yoga. Basta con alcanzar los 40 y simplemente darse cuenta de que ya a nadie le importan socialmente, por lo que las personas que sufren de esta enfermedad imaginaria, pueden sentirse seguras de que han perdido total relevancia para el resto de los mortales.
La fobia social es una condición que algunos (loquitos) alegan tener para evitar una salida social o responder a un mensaje de texto de un amigo, la cual ha sido identificada como una «enfermedad inventada» que, de acuerdo con la más recientes investigaciones, solo se trata de un juego psicológico potencializado por las redes sociales, los memes y el miedo a las preguntas incómodas sobre el estado civil.
Por su parte, los investigadores explicaron que la clave de esta «cura» es un proceso completamente natural que ocurre cuando el cerebro comienza a priorizar cosas más importantes, como el cansancio crónico, la búsqueda de un sofá cómodo, o la conclusión de que quedarse en casa es menos trabajo que sonreír a desconocidos en una fiesta. Al parecer, con la edad, las personas desarrollan una especie de «anticuerpo mental» que se convierte en una barrera impenetrable ante las inseguridades sociales.
«Después de los 40, el miedo a salir de casa desaparece. Es más, el miedo de no salir es mucho peor: te quedas con una sensación de desesperación existencial y una fuerte necesidad de encontrar las llaves del coche que nunca dejas en su lugar», comentó uno de los expertos detrás del hallazgo.
Sin embargo, los especialistas aclaran que este «tratamiento milagroso», que bien podría resumirse en un «si tienes fobia social, no tengas fobia social», tiene sus límites. La cura solo funciona después de los 40, ya que antes de esta edad, las personas aún temen el juicio social y sienten presión por ser «socialmente activos», aunque no tengan la menor idea de cómo serlo y terminen haciendo el ridículo.
Finalmente, los expertos lanzan una advertencia a los más jóvenes: «No intenten imitar este fenómeno antes de los 40, o corren el riesgo de desarrollar lo que conocemos como ‘adultitis’, una condición peligrosa en la que se sobrevive a la vida con demasiados compromisos y sin saber qué hacer con una tarde libre».