El presidente de la nación más compa de dictadores y más de paso del mundo, Andrés Manuel López Organizador, fue el anfitrión de la cumbre migratoria de países bananeros del séptimo mundo que se llevó a cabo este domingo en Palenque, Chiapas.
Al encuentro acudieron los mandatarios de Belice, Costa Rica, Cuba, Colombia, El Salvador, Venezuela, Honduras y Haití. Pura potencia de la ultra extrema izquierda bolivariana de Letrinoamérica o, como nosotros la conocemos, la Liga de la Injusticia Región 4.
La reunión, denominada “Encuentro por una Vecindad Fraterna y con Bienestar”, porque nada más los nombres chidos no se les dan, se realizó con el fin de trabajar unidos para enfrentar la crisis migratoria que padece la región. No tenemos pruebas, pero tampoco dudas de que todos los invitados preguntaron: «¿Qué es trabajar?», «¿Qué es unidos?» y «¿Aquí hay extradición?».
«Cuenten con nuestra cooperación en todo lo que se necesite, pero ya no nos manden sus sobras porque luego me regañan los güeros», o algo así, publicó el presidente más humanista del mundo en la red social X (antes Tuiter) punto com.
Por su parte, la florero de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, reveló que el propósito del encuentro fue buscar soluciones integrales ante el aumento del flujo masivo de sacos de box (migrantes) que cruzan nuestro país en busca del sueño americano. Creemos que podrían empezar siendo países menos culeros, pero quién es uno para juzgar.
Bárcena también ofreció apoyos de Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, programas insignia del gobierno mexa que no han servido para nada (¿qué podría salir mal si se aplican a países cero corruptos?). Por su parte, los gobiernos invitados prometieron fomentar el libre comercio, la democracia, los derechos y la libertad de expresión, así como luchar contra la corrupción. Aunque, seguramente, al final corearon: «¡Eh, no se crean!». Ni mocho, a seguir vigilando.
