Muy pocas veces la justicia se manifiesta de manera expedita e inmediata como ocurrió este fin de semana en una sucursal de la tienda (ahora) minorista Costco.
Un grupo de ciudadanos originarios de Apodaca, Nuevo León, atraparon in fraganti a un sujeto que estaba comprando diez pasteles con la mala intención de revenderlos.
Los apodaquenses no se quedaron de brazos cruzados en esta ocasión y, para no permitir la injusticia de que la tienda Costco se quedara sin más pasteles para vender, persiguieron al hombre por todo el estacionamiento y le propinaron de coscorrones y cachetadas, para que aprenda.
El gandalla delincuente de los diez pasteles intentó justificarse con el argumento de que «ay, es tienda de mayoreo», pero los pueblerinos, hartos de tanto abuso, desoyeron sus razones y los testigos relatan que en el jaloneo le tocaron hasta dos o tres piquetes de cola.
El consorcio Costco Wholesale informó que desde ahora dejará de vender al mayoreo porque es muy injusto para los que solo van a comprar una cosa de cada una y, sobre todo, para los que nunca han pisado una de sus tiendas, como los apodaquenses.
