Luego de un buen rato, quizás siglos de no dar la nota en nada, ni bueno ni malo, Bolivia se volvió el centro de atención mundial de los que no están atentos a la Copa América o a la Eurocopa, o sea, como tres personas. Resulta que al destituido comandante Juan José Zúñiga, fue acusado de intentar un golpe de Estado contra el Gobierno del presidente boliviano, Luis Arce.
Zúñiga habría liderado a un grupo de militares que con tanques irrumpieron en la sede del Ejecutivo en la ciudad de La Paz, de donde, al parecer, se retiró al darse cuenta de que intentaba tomar el poder en Bolivia y no en un país que valiera la pena. Entre las acciones perpetradas por el grupo militar se dieron el que un tanque tiró las puertas de la sede del Ejecutivo, con el fin de cambiar el gabinete.
El comandante, ya muy loquito por algo que se habrá tomado, dijo que su intención era liberar a los presos políticos, incluyendo a la expresidenta interina Jeanine Añez, lo que hace suponer que ahí tuvo sus queveres. Luego de estos hechos, el comandante Zúñiga fue destituido inmediatamente, las fuerzas militares se retiraron del lugar rumbo a sus cuarteles y él fue capturado, por lo que no solo no liberó a nadie, sino que terminó igual que los que intentó soltar. Una muy triste historia, viéndolo a posteriori.
«Lo intentamos, pero no se pudo. Lo que pasa es que íbamos tranquilos en los blindados, pasamos por la presidencia y yo les dije que me caía en la punta de la verga el presidente y ellos se prendieron, yo me prendí, le dimos otro jalón al polvo y que les digo “a la verga, no mamen, andamos bien locos, estaría bien cagado si lo mandamos a la chingada. Y que le aventamos el tanque a la verga. Estuvo bien cabrón. Y así caí aquí en el tambo», compartió el excomandante, mientras le colocaban las esposas y lo ingresaban a la cárcel militar, donde estará acompañado por un par de bolivianos bien dotados.
Ya luego, trascendió que todo fue un montaje para levantar la popularidad del presidente, porque estuvo muy raro que, con toda la fuerza militar, solo se estuvieron un rato y solitos se fueron. Pero, esas son cosas que pasan solo en los países bananeros y Bolivia ni a eso llega.