Una señora fue captada ponchando llantas con un cuchillo de cocina afuera de su casa, en CDMX. Aunque ninguno de los autos afectados le había faltado al respeto, ni estaban bloqueando alguna entrada o rampa, esta mujer empuñó el arma blanca y se dispuso a desinflar los neumáticos… como si su cuerpo de Michelin no le indicara que hay llantas más importantes que atender.
Aunque los dueños pudieran demandar por daño a la propiedad privada, en este caso en particular la señora se encuentra protegida por un hechizo simple, pero inquebrantable: su letrero de “SE PONCHAN LLANTAS GRATIS”. Ni que hacerle… menos mal que no cobra.
