Tu amiga de Chimalhuacán ahora tiene más razones para pensar que es la “reencarnación de Cleopatra”. Con ayuda de tecnología forense de última generación, científicos de Stanford recrearon el rostro de Cleopatra VII… revelando que la Cleopatra de Hollywood nos mintió y en realidad estaba más cerca de parecerse a Cleo, el personaje de Yalitza Aparicio en Roma.
Esto no quiere decir que la última faraona de Egipto haya sido fea. Pero su ceja trasquilada, su cuello tatuado y su mirada penetrante, nos indica que el atractivo de esta reina seductora no se limitaba a su físico… también tenía sus pensamientos claros y decisivos. Más que una belleza ancestral, es una belleza transestral.







