En un evento que pasará a la historia por mezclar ciencia, show y niveles olímpicos de producción de leche de ongre, el estudiante afroamericano Will Jackson se coronó campeón del primer Sperm Racing, superando con cómoda ventaja a sus rivales, Tristan Wilcher, de la USC, y Asher Proeger, de UCLA. La competencia, transmitida en vivo desde el Hollywood Palladium y seguida por miles de espectadores en todo el mundo, dejó claro que algunos estereotipos —para bien o para mal— siempre serán más rápidos, como continuamente nos lo recuerda Raúl Orvañanos, o al menos más rápidos que los espermatozoides blancos promedio.
El evento, que combinó conferencias de prensa, apuestas en vivo, pesaje de «atletas» y hasta análisis de ADN en tiempo real, fue calificado como «un parteaguas en la historia de la humanidad» por organizadores que admitieron que no sabían si estaban haciendo ciencia o produciendo la peor comedia de 2025. El público, dividido entre la fascinación morbosa y la duda existencial de cómo explicarle a sus abuelitas qué estaban viendo, estalló en ovaciones cuando la pequeña célula campeona atravesó la meta simulada en un chip microfluídico diseñado para imitar el sistema reproductivo de la munier.
«El secreto está en la genética, la dieta balanceada y en años de historia y segregación que nos empujan a correr por nuestra vida en cualquier circunstancia, sobre todo cuando vemos a algún policía blanco acercarse», bromeó Jackson entre carcajadas, mientras levantaba su trofeo: una microscópica copa de vidrio que más parecía souvenir de feria que premio científico. Sus contrincantes, en cambio, achacaron la derrota a factores técnicos: «Mis muchachos no recibieron las instrucciones claras, pero seguiremos trabajando para ganar el siguiente año», explicó mientras recogía le daba palmaditas al repositorio donde quedaron muertas sus posibilidades de ser papá.
La carrera, que consistió en tres fases transmitidas en pantalla gigante y narradas con voz épica estilo Super Bowl, incluyó momentos de alta tensión: amagos de falso arranque, uno que otro espermatozoide alterado con Red Bull e incluso una célula que, según comentaristas, «decidió ir en reversa porque era muy rebelde o no sabía ni para dónde ir». El clímax llegó cuando el espermatozoide de ‘hermano’, apodado cariñosamente por la audiencia como «Usain Bolt 2.0», dejó en ridículo a sus competidores cruzando la meta en tiempo récord, bajo gritos histéricos de «¡Sí se puede!».
Finalmente, los organizadores de Sperm Racing anunciaron que planean extender el evento a nivel internacional, con eliminatorias regionales que incluirán categorías especiales para que no haya desigualdad entre los competidores. Se rumorea que para la próxima edición podrían invitar a celebridades a donar muestras, aunque, temen que pidan que sus espermatozoides tengan su propio camerino o que cambien las competencias por salto de altura, nado sincronizado o artes marciales mixtas.
Mientras tanto, Jackson ya fue apodado en redes como “The Fast and the Fertile», en honor a su histórica victoria, y se rumora que Netflix ya prepara una miniserie basada en su vida, titulada provisionalmente: «De chiquito ya corría».