Por: becario EAD
Este 6 de enero se celebró el tan esperado «Día de Reyes» y contamos con la visita anual de los tres reyes magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, quienes, a pesar de llevarle alegría a muchos niños alrededor del mundo, han sido fuertemente criticados por un supuesto clasismo, debido a que dejan los mejores regalos en los hogares que más ingresos perciben.
Tremenda sorpresa se llevaron varios habitantes de la Ciudad De México al encontrarse con un joven haitiano a quien, en un principio y por una razón que desconocemos, confundieron con uno de los famosos «Magos de Oriente», específicamente con Baltasar.
No tardaron en reunirse decenas de curiosos fascinados por la presencia de esa figura tan importante. El haitiano se encontraba muy confundido, pero rápidamente empezó a disfrutar de la atención que recibía y la devoción que le mostraba la gente.
Si bien, en un principio parecía un tanto extraño que este poderoso rey mago estuviera harapiento y deambulando afuera de una estación de metro en la alcaldía Tláhuac, la versión que se manejaba era que había perdido su camello y buscaba reencontrarse con Melchor y Gaspar, pero la gente se empezó a percatar de algo muy extraño.
Dentro de todo el alboroto, el presunto Baltasar comenzó a actuar de una manera un tanto inusual, le estaba pidiendo dinero a algunos de los presentes, les hacía tocamientos fuera de lugar a algunas de las chicas que posaban a su lado para una foto y se le comenzaba a formar un bulto que no parecía ser ni oro, ni mirra ni incienso, pero el colmo fue cuando en uno de esos acercamientos, intentó besar a una de estas muchachas, la cual rápidamente reaccionó y, con un grito de terror, evidenció la gran mentira.
Al ver a tantas personas indignadas y sintiéndose estafadas, el inmigrante caribeño se dio cuenta de que se las iba a ver negras, por lo que agarró la cubeta que traía consigo y se echó a correr. Fuera de la terrible desilusión y de quedar como estúpidos, nadie se vio seriamente afectado y todo quedó como una anécdota jocosa.
Algunas personas han decidido compartir las fotos tomadas para guardar este oscuro recuerdo, que quedará en la memoria de muchos como el día en el que, en pleno 6 de enero, un haitiano se quiso pasar de rosca en la CDMX.
