Imagínate que tienes 53 años, ya es noche y vas a acostar a tu hijo porque al día siguiente tienes que explotarlo llevarlo a un estudio de grabación a trabajar por 14 horas. Después, procedes a tomar una rebanada de uno de los 17 pasteles que no se vendieron en tu pastelería, te pones cómodo, y le das play a una compilación de “los mejores momentos del Team Infierno en La Casa de los Famosos”. Al acabar el video, ves tu reflejo en la pantalla y ves una cara de caballo profundamente triste, y esto es porque todo aquello que extrañas, lamentablemente ya no existe.
Estos han sido los días de Poncho de Nigris durante 2024. Es clarísimo que al payaso sin gracia, naco en abundancia, le cuesta trabajo aceptar el paso del tiempo, y esto no lo decimos por su injerto de pelo y demás retoques que lo hacen aparentar menos edad, o ser un “traga anos”, como también se dice, sino por esa obsesión que le ha despertado la nueva temporada de La Casa de los Famosos México, a la cual no ha dejado de criticar porque le está quitando relevancia a la edición pasada, en la que él participó.
Desde la primera semana del reality le dio la espalda a su amigo y paisano, Adrián Marcelo, quien, aunque se lleva pesado, siempre le ha demostrado su admiración y respeto. Esto nos hace creer que Poncho no solo acumula programas de televisión cancelados, sino también rencores, lo que lo ha llevado a descalificar en todo momento al también llamado “Ajedrecista de La Casa” desde entonces.
Aunque las críticas hacia Adrián muchas veces están fundamentadas, como cuando le desearon la muerte por no saber batir un huevo, o pidieron su expulsión inmediata del programa por morderse mucho las uñas, Poncho de Nigris, así como se agarró del pilín de Wendy (metafóricamente) para que lo llevara a la final, se ha agarrado de todo este hate generado para volver a figurar y seguir facturando de su pasado en el reality, pues no quiere verse en la penosa necesidad de vender las joyas que le dejó La Tigresa como parte de su herencia.
Su gente cercana está consciente de que su situación empieza a ser preocupante. Aunque al principio a su esposa le parecía gracioso que dijera «puro team infierno, razaaa» haciendo cuernitos con las manos en pleno acto amatorio, luego le empezó a parecer algo ridículo y sin duda un “matapasiones” bastante molesto, lo que genera discusiones que comúnmente son al aire en el podcast que tienen juntos, y donde ella termina diciéndole: «Ya, por favor, Poncho, el verano del 2023 ya pasó».
Sus amigos y familiares aseguran que ya no se puede tener una conversación con él, pues siempre quiere estar hablando de lo terribles personas que son los miembros del “Team Tierra”, solo para después aclarar que “Team Infierno solo hay uno”.
Lamentablemente no hay un anexo para los adictos al pasado, pero Poncho ya está buscando ayuda profesional para dejar de despertar sudando frío y gritando «pinches tierrosos». Por desgracia, la cura de ese mal que lo acoge tendrá que esperar, pues el mejor psicólogo de Monterrey ahorita anda muy ocupado haciendo lo que él no pudo: ganar La Casa de los Famosos México.
