El mismo gobierno que quiso combatir balazos con abrazos, ahora ha decidido declarar una guerra contra los momazos. El responsable de esta ocurrencia fue el diputado morenista Armando Corona, quien no se enteró de que el ciberacoso se acaba cuando apagas tu pantalla y te pones a jalar, y propuso una ley antimemes que castigaría hasta con 6 años de cárcel a quien se burle de los políticos, ya sea con stickers, memes o IA.
En respuesta, usuarios han convocado a una especie de «golden shower» memera hacia nuestros funcionarios, quienes, durante los siguientes días, se podrán deleitar viendo su rostro en las imágenes más humillantes, degradantes, deshumanizantes, desconcertantes, endulcorantes y hasta desodorantes posibles. La idea es simple: que no quede ninguno sin ser memeado.
