Por: becario EAD
Nalgas, pompis, rabo, culo, prestas… son solo algunas formas para referirnos a lo mismo: a aquello que mueve el mundo. En una sociedad sumamente culocéntrica, las mujeres nalgonas nunca van a tener problema para encontrar asiento, pues no faltan los caballeros que no la piensan dos veces para cederles su lugar, además de que, mientras los miembros del equipo de redacción de EAD tengan cara, ellas siempre tendrán dónde sentarse.
El problema nace cuando el espacio es limitado y, como en cualquier trámite del gobierno, la cola es infinita. Como todavía no hay vacuna para el culonavirus, cada vez es más común ver traseros groseros, de proporciones bestiales, de esos que ya salen en Google Maps.
Tal fue el caso de una modelo panameña que hizo un llamado a las aerolíneas para hacer asientos más amplios, pues los que tienen, así como cualquiera de sus parejas sexuales que no tenga un obelisco en lugar de pene, le quedan chicos.
Instagram model and social media personality Gracie Bon has petitioned airlines over their seat sizes
— House of Mojo (@HouseOfMojo_) January 27, 2024
📹 @graciebon1 pic.twitter.com/9QMeHl04Oo
«¿Ese perro es de apoyo emocional?», «¡Esas petacas no son carry-on!», «Espérense que se suba a un Viva Aerobús xD», fueron algunos comentarios que despertó en los internautas.
La panameña y su gran trasero simplemente no encuentran un espacio adecuado en ningún lugar, problema que comparte con cualquiera que haya ido con el cirujano de Bellakath y con las mujeres de Culiacán, Sinaloa.
A pesar de que existe el término “Big Booty Privilege”, o “Privilegio Culón”, como se traduce al español, el cual alude a los privilegios que obtiene una mujer por estar nalgona y las puertas que esta condición te puede abrir, la modelo asegura que se siente discriminada y que ni las aeronaves ni la infraestructura de las ciudades están diseñadas para mujeres de cuerpo curvilíneo.
«Este mundo solo está pensado para los desnalgados», compartió por medio de sus historias de Instagram, seguido de una foto en la que escribió «Ojalá los asientos amplios fueran eternos».